La UE quiere permitir el aumento del Triciclazol en los arroces importados, una sustancia prohibida en Europa

La UE quiere permitir el aumento del Triciclazol en los arroces importados, una sustancia prohibida en Europa

El Triciclazol está prohibido en la UE por su perjuicio a la salud de los consumidores, epro en cambio quiere la UE poder importar arroces de fuera de la UE con nueve veces más esta materia que en la actualidad

 

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) solicita al Gobierno español, a través de una carta remitida al Ministerio de Agricultura, que vote en contra y trabaje para lograr un rechazo mayoritario en el Grupo de Trabajo de Medio Ambiente del Consejo, el cual decidirá el próximo lunes 4 de septiembre si aprueba el proyecto de propuesta de la Comisión para aumentar en los arroces importados el nivel máximo de residuos (LMR) de 0,01 a 0,09 mg/kg para el Triciclazol, una sustancia cuyo uso tienen prohibido los arroceros europeos y que resulta esencial para el control de la principal enfermedad del cultivo del arroz, la pyricularia oryzae.

AVA-ASAJA insta a oponerse a esta propuesta “inaceptable e hipócrita que incrementaría drásticamente las importaciones de arroz de terceros países que utilizan esta sustancia –sobre todo de La India con quien se están negociando nuevos acuerdos– y supondría una grave desventaja competitiva para los productores de arroz de la Unión Europea a los que se les sigue impidiendo utilizar esta sustancia. O el Triciclazol se autoriza en todos los arroces, europeos y no europeos, o se prohíbe para todos”.

Tal como denuncia el COPA-COGECA –entidad que aglutina a las principales organizaciones agrarias y cooperativas europeas– la aprobación del proyecto de la Comisión conllevaría “consecuencias muy graves”. Por ejemplo, según el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), las notificaciones de residuos de Triciclazol detectados en arroz superiores al LMR de 0,01 mg/kg fueron 17 en 2021 y 37 en 2022. Si el LMR hubiera sido 0,09 mg/kg, las notificaciones en 2021 hubieran sido sólo 4 en 2021 y 10 en 2022. Esto significa que un LMR de 0,09 mg/kg habría reducido las notificaciones del 76% en 2021 y del 73% en 2022. Por lo tanto, “es evidente que gran parte de las importaciones de arroz se beneficiarían del nuevo LMR en detrimento del arroz europeo que garantiza mayores estándares de calidad y salud al consumidor”.

Unas reglas para los productores europeos y estandares sanitarios cada vez más bajos para los terceros países

 

El sector arrocero también lamenta que este dictamen se presente en un momento en que la Comisión ha presentado objetivos muy ambiciosos en la reducción de los fitosanitarios que, entre otras cosas, harán extremadamente difícil disponer de otras sustancias que puedan sustituir al Triciclazol en Europa.

Dicha propuesta ya fue rechazada en el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF) en su reunión del 10 de mayo de 2023 e igualmente contó con la oposición del Parlamento Europeo durante la reunión de la Comisión AGRI del 19 de julio. Por tanto, AVA-ASAJA reitera al Gobierno español y a la Comisión Europea en general que rechace este “disparate” mientras el Triciclazol no esté disponible para los agricultores europeos.

La UE mira hacia otro lado bajo intereses económicos de los países del norte

 

De nuevo esto supone ya una competencia desleal, pero además existen países como Myanmar donde los aranceles para Europa son cancelados para ayudar al desarrollo del país, en cambio este país fomenta la explotación infantil en los cultivos de arroz y sigue sin respetar los derechos humanos, por lo que en múltiples ocasiones se ha exigido se active la cláusula de salvaguarda y se retire el acuerdo comercial con quien no respeta los derechos humanos. En estos casos la UE mira hacia otro lado.

Una vez más, la presión de los países del norte de Europa juega en contra de los intereses españoles y además contra los derechos humanos. No importa provengan de explotación infantil o tengan materias dañinas para la salud si abaratan los costes para los grandes lobbies de la alimentación en Europa. Se exige un estandar europeo que luego se olvida para las importaciones, generando confusión y desigualdad entre los productores propios y foráneos.

Mientras aquí sigue la tramitación del pacto Verde Europeo que incluye la Ley de Restauración Ambiental que prohibirá antes de 2020 el 50% de los fitosanitarios en Europa, se sigue dejando mano ancha a su uso fuera de nuestras fronteras, pero además se permite la importación de alimentos con sustancias dañinas en unos niveles perjudiciales para al salud.

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