Se siguen alzando las voces en el Ajuntament de Valencia que acusan al actual equipo de gobierno de continuísta del de Ribó
«Todo ha cambiado ( políticamente) para que nada cambie en realidad»
Parece que muchas de las concejalías han optado por seguir el legado adquirido del equipo de gobierno anterior, lo más fácil para no trabajar ni tomar decisiones, en un claro ejemplo de «política de postureo» pero no de gestión.
La alcaldesa y su equipo tienen un serio problema con la coordinación entre concejalías y el Ajuntamen de Valéncia sigue siendo un reino de taifas donde cada cual va a la suya, sin coordinación. «Ya se dice que donde hay patrón manda marinero» y a la actual alcaldesa se le ha atragantado diez meses después la gestión.
De la ilusión al desencanto
De la ilusión de miles de valencianos y valencianas por un cambio de gobierno que trajera nuevos aires a la política municipal han pasado al desencanto, pero el equipo de gobierno tiene un problema mayor: «no ven la realidad más allá de sus estómagos». Ni ampliando los asesores hasta el infinito, ni con el mayor presupuesto para altos cargos, nada es suficiente para ver que tras 10 meses hay demasiadas carencias, demasiados problemas sin decisiones ni solución alguna, y que el equipo de gobierno está alas greñas entre sí.
Lo fácil es acusar a los medios, con advertencias que algunos podrían hasta considerar amenazas, atacando la libertad de expresión.
«Catalá y su equipo han cambiado, han pasado de escuchar a la ciudadanía a ignorarla»
Los que seguimos denunciando, esté quién esté en el gobierno municipal los sinsentidos hemos pasado a ser declarados los enemigos públicos número 1 de un gobierno desnortado con una alcaldesa que deberá demostrar que el cargo no le viene grande, y deberá demostrar eficiencia y trabajo, justo lo que ahora no existe.
Los policías locales son sólo uno de los grandes problemas por resolver, den un giro de 180º y escuchen o la ciudadanía hará lo mismo que hizo con Ribó que dejó de escucharles y la ciudadanía le dio la espalda, no sigan por el mismo camino. Demuéstrenos que estamos equivocados.
Comunicado del Sindicato SPPLB
Casi un año después del relevo en el equipo de gobierno en la ciudad de Valencia y, en consecuencia, en la Concejalía de Policía, la gestión interna a nivel organizativo de la Policía Local de Valencia y la prestación de servicio a la ciudadanía, sigue sin cambios. De hecho, los únicos movimientos que se han llevado a cabo han sido para validar y dar continuidad a la gestión llevada a cabo en los últimos años por el gobierno del Botànic.
Así, la creación de la USAP por parte de la actual Corporación ha respondido única y exclusivamente a dar continuidad a la extinta UCOS, la cual fue disuelta judicialmente por la mala gestión que se llevó a cabo en su creación por la anterior concejalía y por la actual Jefatura; del mismo modo que se ha mantenido la UPIC, la gran farsa sobre proximidad pues se trataba de “camuflar” patrullas policiales a las que se les cambiaba el nombre y los distintivos corporativos, prestando su servicio en coches y que se instauró con la finalidad de sustituir a la Policía de Barrio, mucho más próxima, cercana y arraigada a los vecinos de cada barrio.
Es altamente llamativo y un tanto alarmante que tras casi un año de gestión la Policía de Barrio, tan demandada por el entramado social de la ciudad y pilar fundamental en la pasada campaña electoral del actual equipo de gobierno, continúe prácticamente desmantelada, ya que no se ha llevado a cabo ninguna gestión para su potenciación. De hecho, por poner un ejemplo, en toda la 4ª Comisaría de Proximidad (Distrito Abastos) sigue sin haber Policía de Barrio, dejando barrios como los de Campanar, Benimamet o Fuensanta descubiertos y sin este Servicio; y lo mismo podría decirse de las pedanías norte o sur.
Desde el SPPLB no entendemos ni compartimos la gestión que se está llevando a cabo, aunque no es de extrañar que se esté produciendo esta situación en tanto en cuanto la organización interna del Cuerpo sigue siendo llevada por las mismas personas y desde la concejalía parece ser que no se toman decisiones o no se trasladan los objetivos comprometidos a implantar por la Corporación.
Y con esta situación interna y estructural de la plantilla de la Policía Local de Valencia se aproxima el verano, donde un año más la falta de personal y de medios materiales hace peligrar muy seriamente la correcta atención de los servicios y requerimientos de los ciudadanos.
Como ejemplo claro el Servicio de Playas, donde este año se ha dado continuidad a la reducción de personal llevada a cabo en el año 2023, donde se redujeron los policías destinados a su cobertura en un 28% (16 policías de los 56 destinados en 2022); motivo por el cual tuvo que ser reforzado a diario por patrullas destinadas desde otros puntos de la ciudad, dejando sin cobertura a esos barrios y distritos.
Del mismo modo, el servicio centralizado del turno de la noche que hasta el verano cubría la Unidad UCOS noche y que fue desmantelado única y exclusivamente por decisión de la Concejalía de Policía a través de la creación de la nueva Unidad USAP, se ha visto gravemente mermado, reduciendo de forma sustancial el número de agentes destinados a ese turno. Va a ser muy complicado que con un número mucho menor de agentes se pueda dar cobertura a la atención de botellones y otras grandes concentraciones de personas que durante el verano se producen, tanto en la zona de playas como en cualquiera de los barrios de la ciudad.
Con este panorama se presenta un verano “calentito” para la Policía Local de Valencia, con escasez de personal y de medios materiales, y con un punto y seguido a la gestión llevada a cabo en los últimos años debido a la inactividad de la actual concejalía de Policía.