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Con un presupuesto de 122.605 euros y un plazo máximo de duración de tres meses, el objetivo es recuperar el cromatismo original del Parotet.
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La icónica estatua de Miquel Navarro fue un regalo en 2003 de la Fundación Bancaja a la ciudad de Valencia, por el 125 aniversario de su Obra Social.
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Situada en la plaza de Europa, representa a un guerrero de carácter totémico y se ha convertido en una parte inseparable de nuestro paisaje urbano.
El Ayuntamiento de Valéncia ha sacado a licitación la limpieza, el saneado y el repintado de El Parotet, situado en la Plaza de Europa y obra del prestigioso escultor Miquel Navarro, a fin de devolverle su cromatismo original. La citada intervención consistirá en la inspección previa de su estado de conservación; el análisis del recubrimiento existente; la limpieza de la suciedad depositada en superficie, con eliminación de óxidos; y en la preparación de las superficies para recibir el recubrimiento final, conforme a la tonalidad escogida por el propio artista. Todo ello en pro de evitar el deterioro del bien, de protegerlo y de ponerlo en valor cuando se cumplen precisamente 20 años de su inauguración. El plazo de presentación de ofertas finaliza el próximo 3 de octubre.
La empresa adjudicataria de la restauración del Parotet contará con un presupuesto estimado de 122.605,15 euros (IVA incluido) y deberá acometer los referidos trabajos en un plazo máximo de tres meses, en colaboración con los técnicos del Servicio Municipal de Patrimonio Histórico. Con carácter complementario a estas obras, se mejorará igualmente la iluminación ornamental del monumento. “Se trata de una cuestión de respeto al artista, a la fundación que hizo la donación y a la propia ciudad en vísperas de esta fecha tan señalada”, ha destacado el concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, quien ha lamentado “la desidia y la falta de diligencia de la anterior corporación con el patrimonio histórico-artístico de nuestra ciudad y con esta obra en particular”.
Como recuerda el concejal, “El Parotet fue un regalo en 2003 de la Fundación Bancaja a la ciudad de Valéncia con motivo de la celebración del 125 aniversario de su Obra Social, creada en 1878 a instancias de la Real Sociedad de Amigos del País”. Con una altura de 46 metros y un peso de 93 toneladas, es obra del artista valenciano Miquel Navarro y, al igual que muchas de sus creaciones, destaca por su verticalidad, sus dimensiones colosales y por la acusada estilización de sus formas. La escultura, realizada en hierro pintado en azul mediterráneo y valorada en 1,1 millones de euros, representa a un guerrero de carácter totémico y en posición erecta, y se ha convertido, con el paso del tiempo, en una parte inseparable de nuestro paisaje urbano.
Mantenimiento municipal
Conocida popularmente como El Parotet por su semejanza con una libélula, ésta se alza desde octubre de 2003 a modo de vigía en la rotonda de la plaza de Europa, junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y a la Torre de Francia, edificio este último con el que parece rivalizar en altura. Según el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Valéncia y la Fundació Bancaja con motivo de su donación, todos los gastos inherentes al uso, conservación y mantenimiento de la estatua correrán a cargo del Consistorio. “La labor de restauración de El Parotet corresponde al Gobierno municipal y no existe mejor oportunidad para acometerla que en el año del vigésimo aniversario de la mítica realización del artista de Mislata”, ha manifestado José Luis Moreno.
Como señala el edil, “no es la única estatua de Miquel Navarro en Valéncia. Suyas son también las obras Fuente pública (más conocida como La pantera rosa), Home Guaita y Motoret 2000. En 1984 se inauguraría la primera de ellas en las inmediaciones de la plaza Manuel Sanchis Guarner, bajo el patrocinio de la Sociedad de Aguas Potables y Mejoras de Valencia. Una década después, la Fundación Bancaja cedería la escultura en acero Home Guaita para su emplazamiento en los Jardines del Real, presidiendo desde 1999 la entrada del Museo de Ciencias Naturales. Por último, dos años más tarde, se instalaría en el acceso al Umbracul Motoret 2000, junto con otras piezas escultóricas de reconocidos escultores valencianos, como Joan Cardells o Ramón de Soto.