La Casa del Agua hace años que no pasa agua por sus instalaciones y el anterior gobierno municipal la abandonó a su suerte durante 8 años
Los vecinos del barrio de Nou Moles en el Cap i Casal piden al nuevo gobierno municipal soluciones para la denominada como Casa del Agua en el Viejo Cauce del río Túria.
“En Octubre de 2021 presentasteis una moción para limpiar y dar uso a la Casa del Agua. Actualmente se limpia cada dos semanas, pero la inseguridad crece cada día, con fogatas y asentamientos. ¿Vais a actuar pronto?”
Hartazgo vecinal
La realidad es que en esta pasada legislatura el edificio sin ningún tipo de uso ha estado completamente abandonado y sólo en verano del 2021 se actuó con una limpieza integral del edificio ante las múltiples quejas ciudadanas. Paradójicamente la actuación consistió en una limpieza integral, pero en cambio para eliminar las pintadas de sus muros se pintó encima con un color que distaba mucho del original del edificio, colocando parches por todo el muro, que aumentaban la sensación de abandono y suciedad.
Este edificio diseñado originalmente albergó una comisaría de policía pero hace más de 10 años que se trasladó y desde entonces el edificio no tiene ningún uso, ni cultural, ni recreativo, ni social.
Otra asignatura pendiente, el patrimonio municipal
Así, tenemos edificios desde hace años sin uso como éste que podrían ser destinados a infraestructuras sociales o culturales, incluso deportivas. Muy cerca, en el Polideportivo de la Pechina, la antigua residencia de estudiantes utilizada en el confinamiento para albergar a personas sin hogar, desde que se levantó el confinamiento carece de uso alguno y parece más un almacén.
El nuevo equipo de gobierno deberá replantearse el uso de muchos espacios y hacer un plan de choque para dinamizar todos estos espacios y edificios, hoy sin uso, como el de los muelles del Parque Central o una de las naves de Ribes.
Construir para luego abandonar…no tiene ningún sentido
No tiene ningún sentido construir un edificio para luego abandonarlo, sobre todo cuando Valencia carece de infraestructuras sociales. Recordemos que hay un sólo albergue público municipal en Ciutat Vella con poco más de una decena de plazas. El Ajuntament de Valencia hace años que abandonó los servicios sociales, los mismos que se autodenominaban como “rescatadores de las personas” abandonaron lo más básico.
Casa Caridad es un recurso privado, igual que el Banco de Alimentos y otras ONG’s que llevan años supliendo las carencias del gobierno municipal. Ahora la concejal Marta Torrado deberá plantearse todo esto, y el edificio de la Casa del Agua puede ser un centro social estupendo. Experiencia en estos temas a la concejal le sobra, falta que haya voluntad política de arreglar el abandono de los servicios sociales efectuado los últimos años por Ribó y el PSPV de Sandra Gómez.