Si ayer eran las organizaciones agrarias las que con voz unitaria marcaban un primer calendario de movilizaciones, muchos agricultores viendo lo que está pasando en otros puntos de España no han esperado a las mismas y se han lanzado con sus tractores a las calles y carreteras.
En la ronda norte de Valencia unos 10 tractores cortaban la vía, en La Ribera se lanzaban a la carretera y en numerosos puntos de la Comunitat Valenciana, parece que todos organizados desde esta semana por grupos de whatsapp. El problema es que a diferencia de las movilizaciones unitarias convocadas de manera unitaria por las organizaciones agrarias hoy nadie había comunicado nada a la Delegación del Gobierno. Con lo que fuentes de la propia Delegación del Gobierno aseguran que actuarán para garantizar la libre circulación de vehículos en las carreteras. Así, el lío ya está montado aquí en la Comunitat Valenciana.
Decenas de concentraciones de tractores o tractoradas que llevan fraguándose semanas en grupos de whatsapp y que anoche fuentes de la delegación del Gobierno aseguraban no tenían ninguna comunicación al respecto aunque aseguraban eran conocedores de estos hechos y hoy la policía nacional y guardia civil estaría atenta, con lo que las sanciones estarán a la vuelta de la esquina.
Los agricultores indignados
Los agricultores están indignados también en España, y quizá porque se sienten completamente abandonados ha bastado que alguien los organice mínimamente para lanzarse a las carreteras, en un año de pérdidas récord, donde muchos ni siquiera han plantado sus cosechas, esto unido a la sequía y la incertidumbre de si podrán regar sus cosechas hará que este 2024 la producción agraria sea mucho menor.
Ni ley de la cadena alimentaria, ya que los compradores siguen comprando por bajo de costes a pesar de prohibirlo la ley, insuficientes ayudas y mientras los consumidores compramos los productos cada vez más caros, esa subida no se traslada en la mayoría de casos al precio que se paga por sus productos al agricultor, con lo que el beneficiario de estas subidas se queda en la cadena de compra y no en el productor.
Las políticas agrarias de la UE y del propio gobierno están siendo nefastas para el agricultor, con ecoregímenes cada vez más complicados para el productor. En el caso del campo valenciano, el estado y Europa ha ignorado la principal característica, el minifundismo, y nos trata como a grandes terratenientes andaluces, así nos exige lo mismo a un pequeño agricultor que a un gran terrateniente.
Gracias a la pérdida de rentabilidad agraria y a las políticas agrarias ya casi el 40% de las tierras cultivables en la Comunitat Valencian están abandonadas, pero España ha perdido una oportunidad con sus 6 meses de presidencia de turno de la UE, y en vez de aprovechar para sus propios interese agrícolas ha estado auspiciando convenios con países terceros y con Hispanoaméricas lascivos para los propios intereses de sus agricultores.
La paciencia ya ha llegado al límite de muchos agricultores arruinados y que se ven sin futuro, pero llegados a este punto, ¿qué le dices a alguien que ya no tiene nada que perder?. Complicado lo tiene el Gobierno y Europa.