La CH Júcar sigue trabajando por mejorar nuestros ríos
Todos sabemos que NO se deben tirar las toallitas al inodoro. No son biodegradables y causan obstrucción en las redes de saneamiento. Sin embargo, tras episodios de grandes lluvias siguen apareciendo en nuestros cauces imágenes de toallitas higiénicas, que se han convertido en un auténtico problema para nuestros ríos y para nuestros sistemas de evacuación de aguas negras y pluviales.
Las toallitas se acumulan en los sistemas de evacuación y producen verdaderos tapones al no degradarse, obstruyendo las canalizaciones. El año pasado el Ajuntament de Valencia tuvo que actuar de urgencia en algunas de sus principales canalizaciones y extrajo toneladas de toallitas higiénicas sin degradar de sus redes de saneamiento urbano.
Otro de los problemas que se acumulan y reproducen cuando hay un período de lluvias intensas es en la depuradora de Pinedo, junto al Cap i Casal, donde por el aliviadero se “escapan” aguas sin depurar. Tras grandes tormentas ha sido frecuente el avistamiento de toallitas en los lados del canal del río Turia donde desagua estas instalaciones de Pinedo y han llegado hasta la desembocadura en el mar.
Sistema pionero de la Confederación Hidrográfica del Júcar
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CH Júcar) ha colaborado en el diseño de un sistema pionero que ayuda a reducir este problema. Así han realizado una experiencia pilota y pionera en #Ontinyent para conocer cómo funciona su nuevo colector general dotado de aliviaderos inteligentes.
Se trata de un colector de más de 2 km de longitud que discurre junto al #RíoClariano, protegido por un muro de escollera, que recoge tanto las aguas residuales como las aguas pluviales que discurren por las calles del núcleo urbano y las conduce hasta la depuradora.
Otras actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar en Ontinyent
Cabe recordar que esta obra viene a complementar el conjunto de actuaciones que la CH Júcar está desarrollando en el tramo urbano entre el Pont Vell y el Pont Nou de la localidad y que tienen el objetivo de crear una zona inundable para mejorar la resiliencia frente a avenidas, generar una nueva zona de uso lúdico para la población y eliminar las especies exóticas invasoras del cauce para recuperar el bosque de ribera.
Un proyecto enmarcado en el vigente Plan de Gestión del Riesgo de Inundación, instrumentado en el seno del protocolo suscrito a principios de 2020 entre la Confederación y el Ayuntamiento de Ontinyent, que cuenta con un presupuesto de alrededor de 600.000 euros y abarca una superficie que ronda los 30.000 metros cuadrados, con una longitud fluvial de 575 metros.