La movilidad sostenible en coche eléctrico sigue teniendo múltiples inconvenientes, se venden coches eléctricos y se nos casi impone su uso, mientras que las infraestructuras para ellos siguen si estar en marcha.
Ayer se vieron colas de decenas de vehículos tesla y otras marcas de coches eléctricos en las cercanías de la A3 de regreso a Madrid. Los turistas madrileños que habían pasado unos días en las localidades de la costa valenciana volvían a la zona centro y en este viaje es necesario al menos una parada para cargar. El problema es la ausencia de cargadores para estos picos de necesidad en temporadas clave. Así, en los escasos cargadores que existen se vieron colas de vehículos de hasta dos horas para cargar las baterías del coche eléctrico
La problemática de los cargadores
España dispone de más de 25.000 cargadores eléctricos según el propio Gobierno de España, pero cuando uno se pone a investigar, cerca del 25% están averiados o en proceso de construcción con lo que esa cifra baja a los poco más de 15.000 cargadores.
Muchos de estos cargadores están en áreas comerciales, en la Comunitat Valenciana en zonas como Consum y Mercadona y aparcamientos vallados, con lo que fuera del horario de apertura estos cargadores quedan inutilizados, se calcula que de esos 15.000 al menos 2.000 están en estas circunstancias, lo que deja poco más de 13.000 los cargadores disponibles en toda España.
Muchas localidades están implantando cargadores en farolas, pero su carga es lenta y con dos coches cargando es megalenta, y la potencia de la mayoría de cargadores no da para cargar dos vehículos. Así cuando se conectan la potencia se reparte entre ambos.
La paciencia de los conductores de coches eléctricos se pone aprueba en jornadas como las de ayer o de afluencia de vehículos, demostrando que hemos empezado la transición ecológica al vehículo eléctrico por el final, no estando preparados para ello.
Los cargadores individuales
Si bien podemos instalar en nuestro garaje cargadores individuales como marca la legislación, si en un garaje existen tres o más vehículos eléctricos, posiblemente la potencia no de para cargarlos y necesitemos al menos 8 horas, por lo que las redes tampoco están preparadas.
Hace años que esto es sabido, pero hemos preferido prohibir la circulación de coches diesel y gasolina y limitar su uso a invertir en infraestructuras necesarias para el despliegue del vehículo eléctrico.
Los eléctricos más contaminantes en su construcción
Otra de las dudas que suscitan estos coches es que contaminan más del triple que los vehículos de motor de combustión en el proceso de su construcción y necesitan de mucha más energía para ser producidos. Especialmente el área de baterías necesita un elevado consumo eléctrico para cargar todas las baterías producidas y probarlas.
No nos meteremos en la problemática de los componentes en sus países de origen, con minerales muy específicos que para su consecución se abren en países en vías de desarrollo cada vez más minas contaminantes.
¿Y qué pasa con el coste de los vehículos?
El elevadísimo coste de los vehículos eléctricos ha hecho retroceder en las perspectivas de compra de una población cuya capacidad de compra debido a la crisis ha menguado en los últimos años. A ello se suma la escasa vida de los coches eléctricos, ya que las baterías tienen una vida útil entre 8 y 10 años, cuando un vehículo de combustión puede llegar a los 20 años.
Todo ello y la crisis ha hecho fracasar la política de transición ecológica, ya que la media de edad del parque automovilístico español ha aumentado hasta los 12-13 años, muy lejos de los 9-10 años de antes de la pandemia.
Así, el mercado de coches de segunda mano se ha multiplicado y siguen bajando las ventas de vehículos nuevos. Mientras los principales compradores de vehículos eléctricos son compañías e instituciones públicas, dadas las ventajas que disfrutan al poseer esta flota y no de vehículos de combustión.
Las baterías son otro de los problemas, ya que sustituírlas en un coche eléctrico equivale a un gasto de más de 20.000€, y todavía no hay espacios para gestionar los diversos componentes, así en las bicicletas eléctricas vemos como hay solares donde se acumulan al aire libre, y no se ha creado todo un sistema para reciclar sus componentes y volver a utilizarlos, siendo muy difícil el poder llevarlas a un ecoparque.
Debemos recapacitar sobre esta agenda impuesta y debatir y reflexionar, no podemos empezar la casa por el tejado, porque las consecuencias futuras están claras: el derrumbe y fracaso de toda la estrategia.
El gobierno debe ponerse las pilas y no vender humo, incentivar los cargadores y potenciar la investigación.