Este 8 de marzo se celebra el Día de la mujer y hoy quiero dar voz a como los maltratadores utilizan a los más vulnerables para hacerles daño, pues es algo habitual en ellos utilizar a las niñas y niños o a los animales como un arma arrojadiza para coaccionar a la víctima.
Hijas e hijos son testigos directos de la violencia que sufren sus madres de forma cotidiana y esto supone una normalización de la violencia que les causa secuelas físicas y psicológicas que normalmente les marcan el resto de sus vidas, generando ansiedad, pánico, aislamiento social o baja autoestima.
Es tremendamente importante escuchar a los menores en sede judicial y asegurarse de que no hayan sido manipulados, pues los intereses de las niñas y niños también son algo prioritario y necesitan protección ante los maltratadores.
Al igual que sus madres, también en muchas ocasiones reciben violencia física y verbal por parte del maltratador e incluso son utilizados como arma arrojadiza para así chantajear con hacer daño a los seres queridos.
La Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, recoge en su preámbulo que la protección de las personas menores de edad es una obligación prioritaria de los poderes públicos, reconocida en el artículo 39 de la Constitución Española y en diversos tratados internacionales, entre los que destaca la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por España en 1990.
Es absolutamente miserable aprovecharse de la inocencia de un niño para ejercer la violencia y hacer daño a sus mujeres.
Los animales también sufren esta lacra
Le cortó el cuello, restregó su sangre por la cara de su pareja, lo cocinó e intentó que ella se lo comiera. Este es el espeluznante y macabro hecho ocurrido hace poco en un municipio de Valencia y que tuvo como protagonista involuntario a un conejo, cuya responsable era víctima de malos tratos por parte de su novio.
Como este escalofriante caso, podríamos contar muchos, pues también es habitual que un animal de los que tenemos en casa, como un miembro más de la familia, sea utilizado para chantajear a la víctima y amenazarla con hacer daño a su ser querido.
Los animales en estos casos son un vínculo y apoyo importante para las víctimas y por eso los maltratadores también tienden a utilizarlos como arma arrojadiza para ejercer su maldad.
Efectivamente, muchas veces los maltratadores consiguen su objetivo, pues evitan que las víctimas interpongan la denuncia para que el maltratador no haga daño a los seres queridos (niños o animales).
La unidad de Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal (PACC) de la Universidad de Barcelona concluyó en un estudio que de una muestra de condenados por delitos de diversos tipos de violencia, un 42 % admitió haber cometido maltrato hacia animales.
En otro de sus estudios, determinó que el 94% de las víctimas de violencia machista, infantil o filoprental, aseguraba que los maltratadores también habían maltratado animales en el seno del hogar.
Hace un año interpuse un procedimiento judicial ante el juzgado de violencia sobre la mujer 1 de Valencia en el que tras tomar declaración a todas las partes, se dictó con un sobreseimiento provisional porque la víctima tenía miedo a testificar y todo ello a pesar de los claros informes policiales y las evidencias de la desprotección infantil que sufrían una niña, un niño y una adolescente que años después el tiempo me dio la razón y fueron protegidos, pero en todos estos años ya podíamos haber sido testigos de una desgracia ante la inefectividad de las administraciones, pues servicios sociales de San Marcelino a pesar de saber la situación de sobra, aun dándome la razón en cierto modo, declaró ante la policía encargada del caso que la había tomado con ellos y que había aparecido más de una vez a comunicar la situación de los menores (si te parece hago la vista gorda como si nada estuviera pasando).
Por todo ello, animales, niños y niñas son también víctimas directas de la violencia de género, una perversa lacra que hay que erradicar de manera urgente proporcionando más medios, permitiendo que los animales puedan estar en las casas de acogida junto a las víctimas y no creer en las segundas oportunidades, pues la gente violenta es muy difícil que cambie y por culpa de esas segundas oportunidades muchas mujeres, niñ@s y animales han perdido lo único que tienen, su vida.