El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) despide este mes de agosto las exposiciones dedicadas al colectivo de diseñadores valenciano La Nave y al artista libanés, Aref El Rayess, con dos visitas guiadas en el día de su clausura, los días 20 y 27 de agosto, respectivamente.
La exposición ‘La Nave 1984-1991’, abierta hasta este domingo, 20 de agosto, ofrece un repaso por la trayectoria de este mítico colectivo valenciano, convertido en un referente del diseño de la década de los ochenta, a través de sus iconos y proyectos más significativos.
Entre los miembros que formaron parte de La Nave, se encuentran varios Premios Nacionales de Diseño, como los comisarios de la muestra, Nacho Lavernia y Daniel Nebot. La exposición revisa el trabajo realizado por el grupo al que también pertenecieron Eduardo Albors, Paco Bascuñán, José Juan Belda, Carlos Bento, Lorenzo (Quique) Company, Sandra Figuerola, Marisa Gallén, Luis González y Luis Lavernia.
La Nave recogió el espíritu de innovación que se vivió en España en la década de los ochenta, en todos los ámbitos, renovando la imagen de instituciones públicas y privadas. Durante siete años diseñaron los objetos, las marcas, los muebles, las publicaciones y los espacios que demandaba una sociedad ávida de modernidad.
Aref el Rayess
El domingo, 27 de agosto, el IVAM despedirá la muestra ‘Aref El Rayess. Obras (1958-1978)’. Con esta exposición, el IVAM ha querido ampliar los horizontes de la modernidad artística, acercando la trayectoria de una figura fundamental del panorama cultural libanés desde los años 50 hasta los 80.
Hijo de una acomodada familia drusa, de formación autodidáctica y ecléctica, Aref El Rayess se mudó a París en la década de 1950, donde asistió a clases en los estudios de Fernand Léger y André Lhote. La muestra se centra en el período que abarca desde 1958 a 1978, cuando Rayess regresa a Beirut tras sus años de formación entre Senegal, París y el Líbano y hasta los inicios de la guerra civil libanesa (1975-1990).
La muestra, comisariada por Catherine David, reúne 130 obras, además de abundante documentación, sobre un artista cuya vida fue una sucesión de idas y venidas entre Líbano, Senegal, Francia, Italia, Argelia, Estados Unidos, México o Arabia Saudí, escenarios complejos que influyeron a lo largo de su prolífica carrera.
David señaló que “su obra no tiene un estilo permanente sino más bien una actitud muy abierta y referencias muy diversas” desde el futurismo italiano al arte pop o el muralismo mejicano.