Este Jardín de las Camelias, ubicado en el barrio de Ayora del Cap i casal languidece, y estos últimos días de vientos se han desprendido ramas de grandes dimensiones, pero el estado de todo el jardín en su conjunto llama la atención por su abandono.
La palmera del centro del pequeño jardin de las camelias sufre de picudo y se le han caído numerosas ramas que nadie recoge -desde hace una semana aproximadamente aseguran los vecinos que no han visto pasar a las brigadas de limpieza por dicho jardín-. Ramas de grandes dimensiones han caído en las últimas semanas y siguen allí tras días y sin ser señalizadas por los servicios municipales. Un pequeño jardín de barrio que se encuentra abandonado desde hace años por el Ajuntament de Valencia.
Otro de los grandes problemas de este jardín es el exceso de palomas que ha hecho proliferar sus deposiciones y ante la falta de refuerzo de la limpieza dan una imagen de descuido y abandono del lugar.
La concejalía de Parques y Jardines de Valencia sigue con el abandono de muchos de estos espacios de pequeño tamaño que constituyen un auténtico pulmón verde de los barrios de Valencia.
Ayora, el barrio abandonado por los unos y los otros y modificada su historia
Este barrio de Valencia sigue sufriendo el abandono municipal pese al cambio de gobierno municipal y muchos de sus vecinos aseguran no han notado el cambio de gobierno municipal, por cuanto los problemas de falta de limpieza, jardines descuidados o falta de seguridad continúan en la zona.
Un barrio que toma su nombre del palacete de Ayora, de sus antiguos habitantes la familia Ayora-Olcina, que el Ayuntameinto de Compromís cambió su nombre por el de «Aiora», queriendo valencianizar un apellido e incluso borrando su historia, ya que aseguraban y siguen haciéndolo que toma el nombre del pueblo de «Ayora». Hasta en su etimología e historia han sido despersonalizados y olvidados por el anterior gobierno municipal de Ribó y sandra Gómez, un camino que sigue el gobierno actual de Catalá y Juanma Badenas
Otra de las plazas completamente abandonadas en la de Javier Goerlich, antes denominada como de Federico mayo, con un erial de cemento donde el arbolado talado se queda meses esperando su recogida, o donde los vecinos siguen esperando su centro cultural y social prometido en la antigua guardería del Colegio Jaime I, en un patio de viviendas.
Los vecinos de esta plaza tuvieron en la primera legislatura de Ribó una larga lucha contra el proyecto liderado por entonces Valencia en Comú de ubicar un centro de inmigrantes en la zona, ya en la segunda legislatura y sin Valencia en Comú en el Consistorio Municipal consiguieron dar un impulso a que este edificio fuera un centro cultural del barrio, pero se acabó la legislatura sin un proyecto claro y menos plasmado en los presupuestos municipales. Ahora llevan 7 meses del nuevo gobierno municipal esperando una solución a este edificio sin uso y que el Ayuntamiento ejecute una mejora del entorno, de la plaza.