El Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PECC) ha arrancado hace tiempo en las calles de estos barrios de los Poblados Marítimos hace meses con las obras de los Fondos Edusi en el entorno de la Estación del Cabanyal o en el mercado con cierta contestación vecinal por la peatonalización de las calles en donde desaparece el aparcamiento.
El PECC sigue su andadura y ayer realizó un paso más con la visita de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, al solar donde se van a construir las 60 viviendas para quienes deben realojarse del Bloque de Portuarios. Un utilizado hace unos meses como aparcamiento de vehículos y en la década de los 80 estuvo el edificio de la Sociedad del Pósito de Pescadores.
La alcaldesa Catalá visitó esta semana el solar y recibió las explicitas explicaciones de la empresa adjudicataria del contrato para redactar el proyecto básico y de ejecución para las citadas viviendas. El proceso se espera largo y no exento de polémica, la habrá.
Serán dos bloques de viviendas paralelos unidos por un aparcamiento subterráneo y en uno de esos edificios se colocará una placa para recordar que donde se debió reconstruir el edificio del Pósito de Pescadores para usos social del barrio habrá viviendas.
Dijo Catalá que hasta 2027 no habrá viviendas. Igual acierta igual no porque el proceso administrativo y garantista es largo. La obra debe licitarse y adjudicarse. Ahora está en fase de redacción del proyecto.
No tardó ni dos segundos la portavoz socialista, Sandra Gómez, que es y reside en la zona afirmando que desde el equipo de gobierno se había mantenido en la incertidumbre a quienes se debe realojar y de haber bloqueado el proyecto varios meses.
Pues no es así del todo cierto. Existe una realidad. El consejo de administración de Plan Cabanyal, el órgano gestor del desarrollo del PECC, aprobó en diciembre de 2022 los pliegos para redactar el proyecto básico, a cuyo concurso se presentaron distintas empresas. Pero existe después un pero. El proceso se hacía en paralelo a la aprobación del PECC y, además, se debía cambiar el uso del suelo y, por tanto, la ficha urbanística que nadie había hecho en todos estos años.
El PECC se aprobó en el pleno del Ayuntamiento de Valencia de mayo de 2023 y, con ello, se debía proceder a cambiar la calificación urbanística. Deja de ser pues espacio protegido el terreno, previsto de tal forma en el Plan Especial del Paseo Marítimo de Miguel Colomina, y se cambia la ficha. Todo esto empezó a hacerse en junio y tras el verano continuó el proceso administrativo que hace bien poco ha quedado aprobado.
El Acuerdo del Pleno para la ejecución del Pósito de Pescadores que ahora se convierte en una plaza de recuerdo
Nadie se acuerda, pocos, de la existencia de un acuerdo de la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia de 1995 en donde, tras rechazarse la petición de un Colegio de Enfermería de hacerse cargo de las obras, se aprobó su ejecución, que nunca se hizo, tras el ímpetu de los entonces concejales Feliciano Albadalejo, de EU, y José Sellés, del PSOE, quienes dijeron, y cito textualmente, que “un equipamiento público no se lo podía otorgar directamente a una entidad privada, aunque varias de sus dependencias fueran públicas, como la Biblioteca. Se debe construir un equipamiento que preste servicios para todo el barrio y no para uso privado”. Y el PP lo apoyó siendo Miguel Domínguez su concejal del ramo y presidente de la comisión. Pasados casi 30 años nada se hizo por cumplir ese acuerdo.
Y miren por donde un edificio quedará sólo en una placa.
Todo por una alegación presentada en su día al PECC rubricada por el Grupo Ciudadanos. Los autores del plan nada supieron de ese acuerdo o si lo supieron pues pasaron del mismo. Tampoco los colectivos vecinales del barrio han reclamado mucho el histórico edificio que, de repente, un día se cayó.
Que ahora la empresa haga su trabajo, tiene seis meses, y después a licitar los obras, cifradas en el PECC en unos 9 millones de euros.
Aquí se ha escrito el epitafio del Pósito de Pescadores y espero escribir en breve otro palco de un consejo creado y sin constituir, el de Arqueología que un buen profesional como el arqueólogo Joan Cardona, con puesto y plaza en Gandía, no ha podido ver constituido.