ERC rebaja las exigencias y Junts exige un referéndum unilateral, pero Sánchez sigue sin apoyos necesarios

A menos de un mes de la fecha límite para formalizar gobierno o elecciones el 14 de enero

Al candidato a revalidar la Moncloa Pedro Sánchez se le acaba el tiempo, en menos de un mes, el 27 de noviembre si no hay presidente del Gobierno, se convocarán nuevas elecciones para el 14 de enero de 2024. Así, tiene menos de un mes para ser investido presidente si no quiere que haya una repetición electoral.

¿Cómo van las negociaciones?

 

En palabras del propio candidato Pedro Sánchez, «esta semana ha sido crucial y ha habido un impulso definitivo» para la formación de su nuevo gobierno compuesto por el PSOE y por Sumar. Pero se referirá al acuerdo con Sumar, porque los votos necesarios de los independentistas catalanes aún no los tiene.

El propio presidente de la Generalitat Catalana ayer mismo aseguraba que esta semana había sido perdida, añadiendo que no conoce la cesión de las cercanías en Cataluña como piden y su traspaso presupuestario pertinente, como tampoco se ha presentado en el Congreso un borrador de ley de amnistía. Así, desde ERC se asegura que las negociaciones siguen en vía muerta hasta que se produzcan «acciones» por parte del candidato, actual presidente del Gobierno en funciones y su gobierno.

Hoy mismo Pedro Sánchez tiene un Comité federal en su partido, donde pedirá su apoyo a estos pactos, pero las aguas siguen muy revueltas tras expulsiones y declaraciones contrarias que han dividido al PSOE en dos, entre los que apuestan por Pedro Sánchez y tienen claro que para llegar de nuevo a Moncloa el precio a pagar será muy alto y loa sumen, o entre los que aseguran que el partido va a la deriva con un Secretario general que perdió las elecciones y está obcecado por volver a ser presidente del Gobierno.

Cómo están los diferentes partidos

 

Aquí, el juego va de cada partido y sus propios intereses, incluso dentro de cada partido los intereses individuales de cada cual, así estos intereses configuran una realidad y definen sus acciones. El PNV está pendiente de que en pocos meses se juega las instituciones vascas en unas elecciones autonómicas para las que necesita estar completamente centrado y vender acuerdos y concesiones que le saquen al gobierno.

Los partidos independentistas catalanes juegan en otra liga, piensan también en su rédito electoral, pero si bien Junts sigue pensando en salvar a Puigdemont para poder presentarlo a las elecciones autonómicas como un héroe, a ERC no le hace tanta gracia. Junts mantiene la via unilateral para una nueva consulta independentista, pero ERC ha aprendido la lección y quieren un referéndum pactado.

Por otra parte, desde el PP las encuestas les aseguran que ascenderían de celebrarse las elecciones ahora en número de escaños, a costa de Vox, pero el PP rasgaría por el clima político algún escaño al PSOE y podría gobernar con Vox, pero éste mucho más debilitado. Mientras desde el PSOE se lo están jugando todo a una carta y podrían perder en caso de repetición electoral algún escaño, o mantenerse igual, pero Sumar las encuestas le quitan también algún escaño, con lo que los partidos del PSOE y Sumar son conscientes de que el momento de poder volver a la Moncloa es ahora o en enero lo tendrán mucho más complicado.

La agenda valenciana a medias, y ya veremos

 

En este río revuelto Compromís lidia su propia batalla interna en esta disolución del partido dentro de Sumar, que si bien ha conseguido otra vez que se hable de la reforma de la financiación autonómica, Cataluña, una de las más beneficiadas por el reparto actual también quiere una reforma pero para conseguir más dinero, lo que suena a otra vez guardar el proyecto en el cajón, ya se sabe que las palabras se las lleva el viento.

Compromís se ha dejado parte de la agenda valenciana que con tanto ahínco defendía y en el pacto Sumar/PSOE no se habla de la recuperación del derecho civil valenciano, así suena a un nuevo pinchazo de Compromís, a un nuevo brindis al sol para que luego no haya nada concreto.

Unos y otros se esfuerzan en aparentar que son más necesarios que nunca pero ya están pensando en los números de las nuevas elecciones, mientras los españoles seguiremos con nuestros problemas de siempre que parecen no interesar a los políticos, a esa casta independiente alejada de la ciudadanía y sus problemas reales.

De momento no tenemos fecha para la investidura si quiera y parece que el acuerdo está lejos de llegar, un mes apasionante políticamente que puede acabar con los nervios de más de uno.

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