Esta mañana comenzaba el juicio oral en la Ciudad de la Justicia de Valencia por los actos del 9 de octubre de 2017, donde tras una larga instrucción de más de 6 años quedaban 28 procesados por los hechos que se juzgaban. Amenazas, coacciones, lesiones, ataque a la libertad de manifestación y hasta participación en banda criminal eran algunos de los principales delitos que se les imputaban a los 28 procesados.
Los hechos violentos sucedidos se utilizaron por la extrema izquierda como excusa para victimizarse
Nunca se distinguieron entre los que participaron en la riña tumultuaria y los que simplemente ejercían su derecho de concentración pacífica, se les metió a todos en el mismo saco y los medios hipersubvencionados con caras campañas de publicidad institucional por la extrema izquierda se encargaron de destrozar la vida a todos los encausados y a calificar a todos como activistas de extrema derecha.
Suspensión del juicio y las sorpresas de la Fiscalía
La sorpresa llegaba cuando 26 de las 28 defensas habían llegado a un acuerdo de conformidad. Así aceptaban los hechos y eran sentenciados a 1 año y 4 meses de prisión, que al ser pena inferior a 2 años, ni acusaciones ni Fiscalía pedían su encarcelamiento, eso sí, previa indemnización.
La sorpresa llegaba cuando la Fiscalía pedía además una orden de alejamiento de 300 metros de cualquier sede de catalanistas, incluídos partidos políticos, asociaciones culturales y de otro tipo. Un listado de 27 lugares donde en la Ciudad de Valencia impediría el acceso de los acusados al centro de Valencia, o a muchos barrios de la Ciudad como Benimaclet. Esto encendía a algunos abogados de la defensa que aseguraban no se les había informado de estos hechos en ningún momento y mostraban su estupor por las actuaciones de la Fiscalía en todo el proceso.
Supuestas irregularidades
El abogado defensor de uno de los acusados ha recriminado a la Fiscal que aceptara a posteriori la imputación de su defendido pero se negara a aceptar la de los radicales catalanistas que agredieron a miembros de la policía nacional, asegurando desde la Fiscalía que “eso debería ser otro juicio” y descartando actuar al respecto. Así, se puede entender que la Fiscalía puede haber actuado de parte y sesgado parte de la instrucción.
El mismo abogado ha asegurado que a su defendido se le encausa en noviembre de 2017 según consta en la instrucción pero la primera comunicación la tiene en diciembre y es una citación para declarar. Esto supone una clara vulneración de derechos y por ello solicita que su defendido vuelva al proceso de instrucción, ya que la inseguridad jurídica alegada es notable, y podría invalidar todo el proceso.
De aceptarse por el tribunal estos hechos como así parecen, supondría que este encausado sería juzgado en una pieza separada y desgranado del resto de encausados.
Grandes gestos y ocultaciones
La cobertura de algunos medios y aprtidos ha olvidado reseñar que junto a la pancarta y la cuatribarrada de ACPV estaba otra firmada por colectivos radicales como Endavant y el Sindicat d’estudiant dels països catalans, que no habían comunicado si quiera según parece, su concentración. portaban una pancarta que debería ser considerada igualmente delito e odio.
“Ni oblidem ni perdonem, als països catalans fem front al feixisme”
Una auténtica declaración de odio y de intenciones junto a una gran estelada, ocultada en la crónica de la televisión autonómica y en los perfiles de Compromís Valencia.
Las claves de la causa
Así, en la causa tras años de espera una de las claves es la vinculación política, a la que se aferran la Fiscalía y las acusaciones particulares que intentan de estos hechos hacer una causa política para así condenar al valencianismo a la extrema derecha. De nuevo ocultan la realidad y la heterogeneidad del valencianismo, ya que a todos los meten en el saco de la extrema derecha, -lo dice la extrema izquierda-.
Quieren conseguir como sea que la motivación política sea clave y que medie el delito de odio, justo los mismos que acaban pegando a la policia nacional, incendiando las calles en sus manifestaciones y sembrando el odio entre valencianos. Ver para creer… Aún seguiremos con un nuevo capítulo de este sinsentido de esta riña tumultuaria entre algunos extremistas de extrema derecha y extrema izquierda, y es que nos olvidamos que igual que existe la extrema derecha existe la extrema izquierda y son polos opuestos que en el fondo se atraen y se parecen más de lo que creen.
Las 2 manifestaciones no comunicadas
Joan Tardá pide en su día desde el Congreso de los Diputados un informe a la Delegación del Gobierno, y en el informe de la Delegación del Gobierno se habla de dos manifestaciones no convocadas y una, la de la Comisión 9 de Octubre sí comunicada-
La delegación del Gobierno en su momento asegura que hay dos manifestaciones no comunicadas y espontáneas:
- Una donde los manifestantes portaban Senyeras y banderas de España.
- Otra donde los manifestantes portaban esteladas. independentistas.
Así, los encausados rechazan el delito contra la libertad de manifestación, ya que aseguran no iban “contra la manifestación del Sí al Valencià”
Es la primera vez que tras una extraña instrucción de años sale esta circunstancia. Así, la propia Policía reconocía habia dos manifestaciones no convocadas de signo contrario que parece fueron finalmente las que se enzarzaron en una palea tumultuaria. Pero vista la instrucción, nada se dice de la otra gran pata, la manifestación no comunicada de ARRAN, las juventudes de la CUP catalana y que estaba convocada por redes sociales a la misma hora que la de la Comssió 9 d’Octubre.