El ruido vuelve a protagonizar las políticas contra la violencia de género, ahora la fundación de hombres maltratados
Una fundación de hombres maltratados es la causante del nuevo choque entre el Gobierno y la Generalitat Valenciana. Desde el PSPV se acusa a la Generalitat Valenciana de PP y Vox de machismo institucional y de no tomarse en serio la lucha contra la violencia machista. Todo ha sucedido después de conocerse que la Conselleria de Justicia en manos de Vox, acepta la inscripción de una asociación de “hombres maltratados” en el registro autonómico de fundaciones.
El PSPV advierte de la propia existencia de la fundación que pone el foco en las denuncias falsas de mujeres
Desde el PSPV aseguran que la Consellería de Justicia aún no se ha reunido con las víctimas de violencia de género y asegura que sí lo ha hecho con esta asociación -ahora fundación- de hombres maltratados, concretamente el pasado mes de octubre a petición de la propia asociación.
La realidad es que la fundación cumple con los requisitos legales para su inscripción como tal, pero desde el PSPV se pone el foco en que se ha hecho desde Vox que lleva meses negando la violencia machista o de género, con pancartas en la puerta de Les Corts Valencianes hablando de violencia intrafamiliar, alejándose de la “pancarta oficial” e incluso arrastrando al PP a la pancarta alternativa, con lo que en las concentraciones por cada mujer asesinada el foco se pone en la dualidad de pancartas, en el nombre del delito y no en el delito en sí.
Desde la oposición de PSPV y Compromís se ha pedido revocar la inscripción y se preguntan si ahora esta fundación podrá optar a ayudas en materia de igualdad
Desde la Generalitat Valenciana se acusa al PSPV de hacer el ridículo
La vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, ha denunciado la hipocresía del Gobierno central por criticar la inscripción de la Fundación para la defensa de hombres maltratados que fue “inscrita y autorizada en el registro Nacional de Asociaciones en el año 2022 por el ministro Grande-Marlaska y por lo tanto por el Gobierno de Pedro Sánchez”.
Para la vicepresidencia, tanto la ministra de Igualdad, Ana Redondo, como la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, “vuelven hacer el ridículo de nuevo al decir que este Consell van en contra de las mujeres porque promueven una fundación de hombres maltratados cuando unas horas después se ha evidenciado que como asociación está en el registro nacional desde hace dos años”.
En opinión de Camarero, “tras este ridículo nacional, esperamos que, en primer lugar, asuman su error; en segundo, lugar, pidan perdón y que empiecen a trabajar por lo que realmente importa, por solucionar la infrafinanciación de esta comunidad, por el agua que tanto necesitamos, por pagar las deudas de la dependencia, por la vivienda o por el empleo, en definitiva, por lo que los ciudadanos y ciudadanas necesitan”.
Una realidad, pero no perdamos el “oremus”
La realidad es que es muy difícil el equilibrio en cuestiones de violencia de género, por un lado crece sin parar las mujeres maltratadas por sus parejas, y los asesinatos en el ámbito familiar se han disparado, pero por otro lado, existen denuncias falsas de mujeres que pretenden beneficiarse de la ley para sacar beneficio y a la vez tener su puyita contra su ex-pareja.
No se puede negar un hecho y otro, pero poner el foco en los extremos es malo, no puede ser que un Ministerio acuse a todos los varones españoles de ser violadores potenciales, como tampoco podemos permitir una fundación que asegure que hay más de 1 millón de hombres inocentes que han acabado en el calabozo.
Fijar la mirada de este problema en los extremos es perder el norte a parte de hacer un flaco favor al legislador e incluso a la labor de la justicia. Tenemos que tener leyes más justas, y evitar extremismos, tanto uno como otros, y no es bueno en temas de violencia de género fijar el foco en los extremos y perder de vista que algo no se está haciendo bien cuando en las aulas los jóvenes ven normal controlar a sus parejas, sus móviles, su vida,…pongamos el foco en la educación en el respeto y no en criminalizar a todos los hombres o a todas las mujeres.
Pongamos el foco en el problema y no en el ruído, por ellas y por ellos, por nosotros.