Esta mañana se ha presentado en el Camarín de la Virgen de la Basílica de la Mare de Deu dels Desamparats la restauración de un manto histórico que lucirá la Mare de Deu en la procesión general vespertina del domingo por las calles del centro del Cap i Casal.
El manto de las 100.000 perlas
Este manto se confeccionó en el año 1.954 con motivo de la conmemoración del Año Mariano. El experto Pedro Arrúe ha explicado que el rector de la Basílica de la Mare de Deu en el año 1.954 tras saber que la Iglesia declaraba ese año como año mariano, y tras la Guerra Civil española, donde la Virgen había perdido parte de su ajuar, se decidió a confeccionar un manto digno para la Mare de Déu, pidiendo ayuda a las fuerzas de la Ciudad y al Pueblo Valenciano.
Un Pueblo que como siempre ha pasad y pasa, se vuelca con su patrona, la Mare de Deu dels Desamparats. El Pueblo Valencian empezó a donar gran cantidad de perlas, una tradición muy valenciana, y se hizo un tisú de plata y seda azul.
Según ha relatado Pedro Arrúe, se encargó el diseño a l artista Hernández Doce y el manto fue confeccionado por los bordadores hijos de Antonio Llano.
El manto y sus tres escudos
este manto tiene como característica el tener miles de perlas incrustadas, una seda color azul celeste y motivos barrocos y florales, con jarrones de flores hechos de hilo dorado.
Tiene el escudo de la Ciudad bordado en el lomo de la Virgen como homenaje al Pueblo Valenciano y en el otro lomo está el escudo de España
“para no herir sensibilidades por la Ley de Memoria Democrática, en la restauración se ha respetado el escudo de España de la época (1954) pero permanecerá oculto bajo el niño, por no herir sensibilidades”
Juan Melchor ha relatado este hecho y en la presentación se ha colocado el manto del niño encima tapando el escudo preconstitucional. “Es historia, se ha de mantener, pero las circunstancias actuales nos hacen que permanezca oculto a las miradas”.
El tercero de los escudos hace referencia a la propia cofradía de la Virgen de los Desamparados y bajo el mismo se halla un documento de autenticidad con la firma de los autores del manto en 1.954.
El paso del tiempo
El manto se colocó a la Virgen en 1.954 y desde entonces hasta los años 2.000 ha estado colocado sobre la Virgen, lo que ha hecho que los focos y la falta de oxígeno dentro del espacio cerrado en el que permanece la Virgen habían deteriorado este mano enormemente.
“Con el paso del tiempo y la falta de oxígeno ha hecho que la seda perdiera la humedad y comenzara a deshilacharse, en este caso, el metal había partido la tela, además el peso de la tela había acabado por destrozar la parte de los hombros que soportan el peso del manto.
Los focos habían hecho perder el color a la seda, de un azul celeste que se había convertido en colores marrones y grises, perdiendo su colorido que hacía referencia a la pureza de María.
Una restauración anterior muy poco agraciada
Hace aproximadamente diez años, la Diputació de Valéncia colaboró en una restauración coincidiendo con las obras de la Basílica, pero a pesar de ser una restauración de consolidación de la pieza, es una mano que se usa, no para una vitrina, lo que había deteriorado más el manto por su uso.
Igualmente, durante las obras de la Basílica el manto fue trasladado al Convento de la Puridad, donde le afectó la humedad, pasando de no tener oxígeno a de repente tener una alta humedad.
La restauración
La restauración ha corrido a cargo del restaurador andaluz Sebastián Marchante, que ya había trabajado con la Basílica restaurando el Manto de la Coronación. Han estado trabajando 8 meses y 8 personas para que hoy se pudiera presentar.
“Lo primero fue analizar el manto cada centímetro, copiar el diseño y hacer una labor de cirugía milimétrica”
Una vez analizados e comprobó que en la restauración de hace una década se habían perdido entre 6.000 y 7.000 perlas que habían sido sustituidas por cristales de svarowsky, por lentejuelas o por otras piezas de bisutería, además habían sido pegadas, por loq ue han tenido que ser retiradas una a una.
Al desmontar el manto, se comprobó bajo el metal el color original de la tela, un azul celeste de seda, pero se comprobó que la tela estaba en muy mal estado, por lo que se decidió hacerla nueva. Entonces se buscó un taller en Valencia con un telar artesanal que hiciera una tela lo más parecida posible con lo analizado, y una vez conseguido se volvió a tejer la seda azul celeste y se colocó encima todas las piezas de hilo dorado y orfebrería.
El restaurador ha asegurado que el peso del manto ya no será un problema, puesto que ahora se han colocado tirantes en la parte interior de la tela que distribuyen el peso del manto.
Así, la tela de fondo, la seda es nueva confeccionada en telares originales, y todo lo demás se ha colocado en esta nueva seda, azul celeste inmaculado.
¿Cuándo podremos contemplar este manto restaurado?
El domingo en la procesión general de la Mare de Deu dels Desamparats lucirá la imagen por las calles del Cap i Casal este manto restaurado y posteriormente se expondrá durante unas semanas en el Museo mariano de la propia Basílica, luego pasará a los armarios que acogen las decenas de mantos que posee la Virgen de los Desamparados.
La camarera de la Virgen y su Corte han sufragado los gastos de la restauración y de la sustituciónd e las más de 6.000 perlas perdidas, en un acto de tremenda generosidad y fervor a la Patrona.
El acto ha congregado a los Seguidores de la Virgen y a la Camarera y su corte, a la Cofradía de la Mare de Deu, y ha sido presidido por Juan Melchor, rector de la Basílica, Álvaro Almenar, deán de la Catedral Metropolitana y la camarera de la Virgen , Mª Dolores Alfonso.
