Como un deyavú constante los ciudadanos valencianos sufrimos las consecuencias de años de abandono institucional del núcleo de Cercanías de Valencia, donde la proximidad de Navidades, fechas concretas de traslado de personas como la del Black Friday unido a obras en las infraestructuras da como consecuencia el que están totalmente desbordadas.
Una hora punta en la Estación del Norte de Valencia, con un espacio superreducido debido a la mar de tubos de un complejo andamiaje han dejado la zona de espera completamente reducida a la mínima expresión y el aumento de viajeros da como consecuencia que andenes estén abarrotados y los viajeros ven díficil entrar o salir de tren en espacios abarrotados y donde hacerse un hueco sólo es posible a codazos.
Un personal completamente desbordado y sin casi información e insuficiente a todas luces tata de sobrevivir cada día a una jornada donde las cancelaciones y especialmente los retrasos medios de 15-20 minutos son la tónica dominante en el núcleo de Cercanías más impuntual de España.
Crónica de una desastre
Uno ya no sabe ni cuándo saldrá el tren y menos cuándo llegará. Difícil poder acudir a trabajar o a cualquier evento en este transporte público, si es que consigues entrar al tren.
En horas punta los trenes van completamente abarrotados y es fácil que si no pegas codazo para entrar te quedes en el andén, pero el siguiente, y el de detrás estarán igual o peor. Nadie advierte de unir dos trenes juntos para evitar esta saturación de aforo propia de Japón o de la India y que se ha vuelto habitual en este núcleo de Cercanías que ya no da más de sí.
Esperando en la estación, frente a las máquinas canceladoras, y poco a poco cientos de pasajeros se acumulan tras ellas en los andenes, hace 10 minutos que el tren a Gandía debería haber salido, son las 19:20, pero el tren anterior se canceló y se acumulan pasajeros de más de una hora esperando. El tren que saldrá será el mismo que llega de Gandía, pero debía haber llegado hace 15 minutos y aún no está ni anunciada en qué vía llega. Cada vez más gente a ambos lados de las máquinas canceladoras y al final cientos de viajeros deciden cancelar su billete.
La sensación y palabras entre pasajeros es que “o te posicionas o no podrás ni entrar al tren”. Hay más de 1.000 personas esperando el mismo tren, ya que se han acumulado viajeros por más de 70 minutos y el tren no dará para todos…
Anuncian la vía y una marea humana se lanza al andén, lo llena, lo abarrota, y cuando llega el tren los pasajeros de un tren lleno tampoco pueden bajar, no hay hueco ni sitio para poder abandonar el tren. Para colmo las señales acústicas indican que el tren a Gandía saldrá inmediatamente. Codazos, empujones, y al final unos logran salir como pueden y otros en tromba se lanzan a las puertas del tren.
En un minuto tren abarrotado y cientos de pasajeros en el andén esperando subir, pero es tren único y ya no cabe nadie más. Los últimos están literalmente en las puertas pegados a los cristales… Señal acústica, los viajeros en el andén aporrean los cristales y el tren se va dejando cientos de viajeros esperando media hora más en tierra, quién sabe si tendrán la suerte de coger el siguiente… Los que sí hemos conseguido ir como literalmente sardinas en lata llegamos a nuestro destino de pie y abarrotados, eso sí, 30 minutos más tarde de lo que deberíamos haber llegado, y con guerra de codazos y empujones incluida… Un desastre día tras día.
Una crónica que se produce en horas punta cada semana, casi cada día y que va a peor.
Los trenes viejos y sucios… para Valencia
No ha dado tiempo de limpiar nada, ni siquiera de parar el tren un minuto, entra y sale, sin parar, y mientras en la playa de vías se acumulan decenas de trenes, incomprensible.
Entre ellos, se ve trenes de Rodalies de Catalunya, otra vez, eso sí, se advierte el desgaste con vinilos rotos, puertas sucias y viejunos, está entre decenas de trenes de media distancia que acumulan en sus ruedas decenas de años de antigüedad. Parece que los trenes que nos traen están para el arrastre. Un empleado asegura sin querer dar su nombre por miedo a represalias que “aquí nos traen lo que desechan en Cataluña, cuando allí los cambian, traen los viejos aquí, siempre nos traen los desechos, y encima no hay maquinistas ni personal suficiente”.
¿Qué pasa con los Cercanías y con las infraestructuras ferroviarias valencianas?. Pues años de anuncios de inversión, y 0 de ejecución. En los últimos 10 años la inversión de los Cercanías en Valencia sólo se ha ejecutado un 10% de lo presupuestado, y eso que de lo anunciado a lo presupuestado también ha habido una considerable rebaja.
Las obras a la vez todas y con retrasos
Tras la oleada de críticas y exigencias de la ley, ahora resulta que tras años de abandono las obras se ejecutan todas a la vez, eso sí, sin plan B. La Estacio del Nort está acometiendo obras de remodelación y deberá por ley europea cambiar su cubierta ya que es cancerígena, al ser de uralita o de fibrocemento, desprendiendo fibrillas altamente tóxicas con cada roce con la estructura, en una cubierta desgastada por el apso de los años. Se cambiarán por placas de Zinc en una operación delicada que deberá hacer empresas especializadas.
Las obras comenzarán en breve también en la “Estación provisional” Joaquín Sorolla, donde ni es provisional, ni caben ya más trenes. La obra ampliará a más vías y de mayor tamaño para que quepan trenes con más vagones. Esto supondrá una inversión de más de 9 millones en la que también se invertirá en el aparcamiento que se elevará más plantas, en esta obra “provisional” que ocupa los terrenos del futuro Parque Central.
El Canal de acceso. Las obras iniciadas a principios de año, ya llevan un retraso considerable, pero desde el Gobierno aseguran que a pesar del retraso acabarán según lo previsto en 2027. Algo altamente improbable viendo el lento avance de las obras actualmente. Cuenta de ello da que el 25% del presupuesto lo pone el Ajuntament de Valéncia y ya desde la dirección de la obra les han advertido de que la aportación para este 2024 bajará en 10 millones de euros al menos por el retraso en la ejecución de las mismas.
En algunos tramos también están acometiendo el cambio de vías. desde hace meses entre Sueca y Cullera hay una sola via, por lo que el tren ha de esperar a que pase en sentido contrario en una estación o en otra para poder seguir con el viaje. Acumulando más y más retrasos. El tramo entre Silla y Benifayó se va a cortar dos fines de semana por lo mismo, por lo que los viajeros deberán bajar del tren, subir a un autobús, hacer el trayecto en bus y volver a subir al tren.
De hecho el trayecto entre Gandía y Valencia ahora ha aumentado el tiempo en 10 minutos más. En vez de mejorar, cada vez más lento y menos cantidad de trenes…¿En serio vamos hacia una movilidad responsable y menos contaminante? Estamos expulsando al vehículo privado a miles de valencianos cada día con las incomodidades de una red obsoleta, caduca y abandonada, gracias a un Gobierno que deja tirados cada día a miles de valencianos a los que no importa pierdan su trabajo ni lleguen a tiempo a sus citas…
¿Y ahora cuál es el Plan? ¿O sólo importa Cataluña?