Los vecinos de Zaidía dicen NO a la turistificación de su barrio y exigen soluciones

Los vecinos de Zaidía dicen NO a la turistificación de su barrio y exigen soluciones

La Zaidía deja claro a las autoridades que quiere poder vivir en paz y no ser el nuevo parque temático del turismo en la Ciudad

Más de 500 vecinos recorrieron las principales calles del barrio de la Zaidía en una manifestación este sábado por la mañana, y sobraban las razones para acudir.

 

Tres macrohoteles en el barrio y cientos de apartamentos turísticos en un barrio de toda la vida, casi sin dotaciones públicas y densamente poblado, una discoteca y una zona de macrobotellón. Este es el día a día de un barrio que clama a las autoridades soluciones by moratorias para que los vecinos no sean expulsados de su barrio de toda la vida.

Los temores se iniciaron ya hace años con el proyecto de macrohotel sobre las Naves de la Calle Guala en una especie de patio de viviendas donde una promotora pretendía derribar el único vestigio del pasado industrial que caracterizó a este barrio valenciano del Cap i Casal. Unas naves en buen estado de conservación con un panel cerámico anterior a 1.940 que fue arrancado de una de sus paredes, y con múltiple azulejería tradicional que corrió la misma suerte.

San Antonio sigue esperando una solución a las Naves de Guala mientras se tramita otro macrohotel a 300 metros
San Antonio sigue esperando una solución a las Naves de Guala mientras se tramita otro macrohotel a 300 metros

Un proyecto en el que se pretende derruir las dos naves, y construir hasta 6 edificios, algunos de ellos sobre el curso natural de la acequia tradicional, declarada BRL, para construir 550 habitaciones dobles que llevarían a 1.100 jóvenes al barrio. Un proyecto que gran parte del año sería residencia estudiantil y en verano hotel para jóvenes. este macrohotel dejará a escasos 3 metros muchas de las habitaciones de las actuales viviendas habitadas actualmente.

Un proyecto contra el que se alzaron los vecinos que llevan más de dos años esperando la respuesta municipal a las centenares de alegaciones presentadas y contra el que el anterior equipo de gobierno formado por Ribó y Sandra Gómez si bien mostraron públicamente su rechazo colaboraron con el mismo vendiendo hasta parcelas municipales.

Ahora el actual equipo de gobierno municipal de Catalá y Vox también ha rechazado este proyecto, aunque desde hace un año el proyecto sigue parado y con lo derrumbado en el suelo.

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proyecto de Guala (izquierda) y los dos proyectos de macrohoteles a la derecha

El segundo macrohotel en la Zaidía que sí se está construyendo

Mientras todo esto pasaba, hace meses los vecinos de Zaidía conocieron otro macrohotel de similares características a tan sólo 300 metros del anterior. Junto a la Asociación la Protectora en la Calle de Maximiliano Thous, otra promotora construye ya un hotel de más de 300 habitaciones que como el anterior, será una residencia de estudiantes y en verano un hotel para jóvenes. Este proyecto ya está en construcción y llevará a más de 500 jóvenes a la zona.

Los vecinos de San Antonio de Zaidía trabajan contra un nuevo macrohotel ( el tercero proyectado en la zona)
Los vecinos de San Antonio de Zaidía trabajan contra un nuevo macrohotel ( el tercero proyectado en la zona)

En la Calle Ruaya ya hay un complejo, el tercer macrohotel que funciona exactamente igual con más de 150 habitaciones, junto a una conocida discoteca y una zona donde cada fin de semana los vecinos se quejan del botellón que se organiza en un parque infantil, en unos solares y junto a una gasolinera.

Los bajos de muchos edificios del barrio ha desaparecido su carácter comercial y se han convertido en apartamentos turísticos, algunos legales, otros no tanto. Eso sí, cientos de pisos son señalados en plataformas digitales de alquiler vacacional, siendo apartamentos turísticos ilegales, y expulsando a los vecinos de toda la vida, que ven como no hay viviendas libres en la zona y el precio de los alquileres se ha disparado hasta límites inexplicables.

Eso sí, el barrio tiene un consultorio de atención primaria en unos bajos de una finca, con estrecheces e incomodidades y ni siquiera un pediatra, los jardines son escasos y poco cuidados y las dotaciones públicas brillan por su ausencia. ¿Faltan razones para manifestarse?.

Los vecinos exigen a las autoridades soluciones, y lo primero pasa por una moratoria de prohibición de más apartamentos turísticos mientras se revisa edificio a edificio y se multa a los apartamentos turísticos ilegales, por ejercer esta actividad y porque muchos de ellos lo hacen en economía sumergida, igual por la no recaudación de impuestos las administraciones en su afán recaudatorio empiezan a trabajar…

La realidad es que estos vecinos de este tranquilo barrio de Valencia están viviendo una lucha contra un turismo impuesto, contra megaproyectos en zonas ya de por sí tensionadas y donde los apartamentos turísticos crecen como setas por un barrio modesto, sin dotaciones públicas relevantes y donde las estrecheces se acumulan.

Mientras los vecinos siguen con sus protestas cada Junta de Distrito y con las caceroladas cada mes, luchando porque su barrio no se convierta en un nuevo parque temático del turismo como ya ocurre con Ciutat Vella y Russafa.

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