Susana Camarero advierte que el nuevo sistema de reparto de alimentos del Gobierno central “dejará desprotegidas” a familias y personas vulnerables que no cumplen los requisitos establecidos
La vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, ha expresado su preocupación por el nuevo sistema de ayudas directas para familias anunciado por el Gobierno central que “dejará desprotegidas a muchas familias y personas en situación de vulnerabilidad que no cumplen con los requisitos que determina esta nueva norma”.
La vicepresidenta segunda ha manifestado su disconformidad con esta nueva adjudicación de ayudas a familias vulnerables por “la improvisación y las prisas de una medida que desde hace mucho tiempo estamos intentado acordar con el Gobierno y que, sin embargo, han aprobado y hecho pública sin trasladarla previamente a las comunidades autónomas”.
Este martes el Consejo de Ministros aprobó un decreto que concede a Cruz Roja una subvención de 100 millones de euros para implementar este año el programa del Fondo Social Europeo Plus de asistencia material básica para familias con hijos en situación de pobreza severa, esto es, con ingresos inferiores al 40 % de la renta media.
Las denominadas ‘tarjetas monedero’ a familias vulnerables con hijos e hijas se podrán canjear en supermercados por diversos productos, sobre todo de alimentación e higiene.
Susana Camarero ha señalado que el Gobierno, lejos de hacer un análisis profundo de las situaciones reales de vulnerabilidad, “ha adoptado una medida que limita y expulsa de la asistencia básica de reparto de alimentos a aquellos perfiles que anteriormente sí podían acceder, como por ejemplo personas con discapacidad, en situación de dependencia, con ingresos insuficientes o con hijos e hijas mayores de 18 años a su cargo y en situación de vulnerabilidad”.
Asimismo, ha señalado que, siendo las comunidades autónomas las responsables de identificar a los potenciales beneficiarios bajo los criterios establecidos por el Gobierno central, hacer el acompañamiento, así como la justificación y la implantación del programa, “es necesario que conozcamos detalladamente la letra pequeña y con la antelación suficiente” para poder ejecutarlo de manera eficaz y evitar tener que devolver los fondos europeos por la improvisación y falta de previsión del Gobierno.
Los bancos de Alimentos preocupados
Mientras desde el gobierno aseguran que esta medida se ha implementado para poder proteger a las familias vulnerables, y que puedan comprar cualquier marca que deseen con esa tarjeta monedero, la realidad es que descarga la responsabilidad en las familias a lavez que acota las familias que pueden acceder al sistema. Esto para los Bancos de Alimentos supondrá una gran merma de las existencias en sus estanterías y de que las familias directamente a través de los servicios sociales, los mismos que están sobresaturados, accederán directamente a los alimentos, eliminando la mediación de los Bancos de Alimentos de las distintas ciudades. Esto a la vez supondrá que los Bancos de Alimentos no dispondrán de dinero para realizar compras centralizadas a los distintos productores, con lo que las familias comprarán a precio de supermercado esos productos que en los Bancos de alimentos se habían adquirido por un precio muy inferior, consiguiendo con la misma inversión muchos más productos y por tanto poder llegar a más personas.
Un cambio en el sistema de reparto, que de momento en su letra pequeña parece que deja fuera a dependientes, discapacitados con necesidades especiales y hasta familias con hijos mayores de 18 años.