Cuatro calles del distrito valenciano de la Zaidía están en jaque por la oleada de robos. En la zona de Morvedre donde por cierto vive el ex-teniente de alcalde del propio Ayuntamiento Sergi campillo dos núcleos de viviendas ocupadas han generado las últimas semanas una oledada de robos en viviendas, coches y en plena calle.
En la zona de la Calle Yáñez y en el Camino de Moncada se han producido robos en las casas, principalmente aprovechan que los vecinos han dejado unos días sus casas para ir de vacaciones o a segundas residencias, entran y roban joyas, dinero y algunos enseres valiosos. De momento no ha habido violencia, pero los vecinos aseguran estar hartos.
La ahora alcaldesa de Valencia, María José Catalá hace meses presentó un proyecto para implantar un sistema a través de una App que tuviera en contacto a vecinos, comercios y policía, pero un mes y medio después de tomar posesión aún no lo ha implantado. los vecsinos y comerciantes le piden celeridad y le piden más presencia policial.
La inseguridad ciudadana fue una de las reivindicaciones del barrio en campaña electoral, pero ahora los vecinos piden a los políticos que cumplan sus promesas y atajen el problema.
La Zaidía pendiente primero de Ribó y ahora de Catalá
Fuentes de la Associacio de Veïns de Sant Antoni de la Zaidía aseguran que han solicitado ya una reunión urgente con la alcaldesa y que aún no han obtenido respuesta. Desde la asociación se ha hecho una fuerte oposición al proyecto de macrohotel sobre las naves de la Calle Guala, un patio de manzanas donde una mercantil pretendía construir un macrohotel para gente joven y residencia de estudiantes con capacidad de hasta 1.200 residentes. Todo esto dentro de un patio de manzanas.
Sigue pendiente el destino de las naves, ya que la intención de Sandra Gómez era derribarlas, pero desde la asociación luchan por recuperarlas y utilizarlas para equipaciones del barrio hoy inexistentes. La alcaldesa María José Catalá se comprometió a paralizar el proyecto y a destinar el lugar a infraestructuras sociales, pero desde la paralización las pasadas navidades de los derribos in extremis, nada más se ha sabido.
Otra de las luchas es por la proliferación “como setas” de apartamentos turísticos en toda la Zaidía, que está tensando la convivencia con los vecinos. Cientos de viviendas han pasado de ser residenciales a tener un uso turístico, expulsando a los vecinos, encareciendo el precio d e la vivienda y sacando del mercado centenares de ellas. los vecinos exigen una moratoria y que se estudie caso a caso, porque creen que la total ausencia de inspecciones los últimos años ha hecho proliferar los apartamentos ilegales en casi todas las calles.