R-evoluciones. La Hora Opinante de MJ Balaguer

«R-evoluciones». La Hora Opinante de MJ Balaguer

«R-evoluciones»

 

LA EVOLUCIÓN DE LAS REVOLUCIONES INDUSTRIALES  

La primera revolución industrial fue la ERA DE LA MECANIZACIÓN con la llegada de la máquina de vapor y la energía hidráulica entre 1750 y 1850. 

Cien años después, llegó la segunda revolución la ERA DE LA ELECTRICIDAD en la que automóviles, cadenas de montaje, el descubrimiento de la luz y la primera transmisión de radio se abrían paso. 

La tercera revolución muchos la vivimos en pleno siglo XX,  la ERA DE LA INFORMÁTICA, en la que la automatización de las producciones en cadena, fueron posible gracias a sus sistemas interconectados, llegaron también los primeros ordenadores personales e internet, aunque principalmente se usó en entornos militares y empresas. 

Actualmente vivimos inmersos en la cuarta revolución industrial que se inició en 1980 la llamada ERA DE LA DIGITALIZACIÓN donde Internet es la piedra angular a través del cual se desarrolla la Inteligencia Artificial. 

EL EMPODERAMIENTO DEL SER HUMANO 

En esta cuarta revolución, el acceso a internet es global para la inmensa mayoría del mundo gracias a los dispositivos tecnológicos (smartphone, tablet, ordenadores portátiles, relojes inteligentes etc …). 

Internet, una herramienta con un potencial sin límites todavía, otorga un claro empoderamiento al ser humano. Democratización, equidad, accesibilidad, libertad y conocimiento, todo en la palma de la mano, controlado por uno mismo. 

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL HA LLEGADO PARA MULTIPLICAR EL POTENCIAL DEL PENSAMIENTO HUMANO, NO PARA SUSTITUIRLO 

No olvidemos que la IA ha sido creada por el humano y que por tanto es un sistema de software y hardware que interpreta datos para dar un resultado, son estadísticas, números, cálculos incluyendo probabilidades de error y todo un cúmulo de algoritmos infinitos. 

Podemos decir que se desarrolla en una máquina las mismas capacidades que los seres humanos en cuanto a razonamiento, aprendizaje, creatividad y capacidad de organizar pero reduciendo exponencialmente el tiempo empleado. 

La IA es una herramienta en perfeccionamiento continuo para ser un cooperante necesario en ciertas áreas en las que el humano precisa inmediatez de respuesta y acción, con la mejor calidad de acierto, reduciendo los errores al mínimo y beneficiando al usuario final, como en el caso de la cirugía o la medicina en el ámbito sanitario por ejemplo. 

LA IA ES EL PRESENTE 

Quizá te sorprendas, pero sí, la mayoría de esos aparatejos que tienes alrededor funcionan con IA. 

Existen un sinfín de dispositivos con programas y aplicaciones que nos facilitan la vida, el robot que limpia la casa, asistentes virtuales con los que podemos interactuar, llaves inteligentes, optimizadores de rutas, compras online, comercio electrónico o analizadores para la agricultura por mencionar algunos, muchos ya son uno más en nuestra familia porque son indispensables en nuestras vidas. 

REGULAR PARA UN USO ÉTICO Y TRANSPARENTE 

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad y en esta nueva generación del ipso facto, dónde se crea y se destruye a velocidades vertiginosas, debemos ante todo regular lo creado, y garantizar la seguridad y los derechos fundamentales; porque en ese impás, es dónde las lagunas se pueden convertir en océanos bravos imposibles de controlar pudiendo engullirnos y desaparecer con ello todo lo que inherentemente nos correspondía. 

No puedo estar más de acuerdo con James Manyika (Director del equipo de Tecnología y Sociedad de Google) 

«Perdimos mucho tiempo —y nuestro camino— pensando de manera utópica en que solo podían salir cosas buenas de las redes sociales, al conectar a la gente y dándole voz. No podemos permitirnos fracasos similares con la inteligencia artificial». 

 CONCLUSIÓN sin confusión 

Nunca pensamos que la misma tecnología con la que podíamos simplemente chatear en los ochenta, podría salvar una vida hoy en día con la precisión de un eminente cirujano.  

Por ese futuro que no supimos ver en el pasado, debemos ampliar nuestras miras y fusionarnos con la tecnología, pues la sociedad moderna avanza imparable. 

En definitiva, no habremos entendido nada de esta nueva inteligencia, si seguimos anclados en la distopía de que los robots sustituirán a los humanos. 

MJ Balaguer
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