La avenida Pérez Galdós contará con 2 carriles por sentido, un carril bici y aceras de hasta 6 metros de ancho.
El equipo de gobierno desvincula la actuación de los fondos europeos y pospone la eliminación del túnel, que se realizará en otro proyecto.
La intervención contempla una nueva planta viaria y medidas para minimizar el impacto acústico.
La realización de las obras se sacará a licitación en breve.
El concejal de Urbanismo, Juan Giner, junto con el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha explicado este miércoles que “el equipo de gobierno ha decidido posponer la eliminación del túnel la avenida Pérez Galdós, lo que no implica renunciar a ello, ya que se desarrollará en otro proyecto posterior al margen de la financiación de fondos europeos, y llevará a cabo unas modificaciones para la renaturalización de la vía”.
En este sentido, Giner ha indicado que la opción seleccionada “se asienta en las conclusiones de los estudios” realizados por la empresa adjudicataria del concurso de ideas y redacción del proyecto que ha contado con la colaboración de expertos en ingeniería civil de la Universidad Politècnica de Valencia.
Así, las nuevas modificaciones en Pérez Gaque se plantean en la planta viaria “para cumplir con los objetivos marcados en el proyecto de la Unión Europea”, según afirma el concejal de Urbanismo. Contemplan 2 carriles para vehículo privado por cada sentido más un carril bici unidireccional (uno a cada lado de la avenida), segregado de 1,5 metros de anchura.
Este nuevo planteamiento “permitirá ampliar las aceras hasta un máximo de 6 metros en aquellos tramos que no discurra el carril bici. Además se realizarán mejoras acústicas para minimizar el impacto sonoro que provoca el paso inferior”, ha subrayado Carbonell.
Asimismo, el concejal de Movilidad ha señalado que, de acuerdo con los informes de la UPV y de la empresa redactora del proyecto, “existe una serie de necesidades adicionales vinculadas a la seguridad, que este gobierno va a cumplir, y que consisten en la sustitución de la losa sobre el colector de cierre, cuyo coste es de 2 millones de euros; una infraestimación de los costes de urbanización por 3,6 millones de euros; y la mejora sustancial del alcantarillado por 2,6 millones de euros. Todo ello, junto con el IVA, asciende a 9,9 millones de euros de sobrecoste que hace inviable cubrir el túnel en el momento actual”.
El proyecto de utilizar el túnel como depósito de tormentas se vió inviable por los técnicos ya que pasan por debajo conducciones de agua que deberían ser desviadas. Por lo que el proyecto rediseñado por el actual gobierno municipal no contempla la eliminación del túnel demandada por los vecinos de la zona.