Pedro Sánchez envía una carta a su militancia, tras varios días de concentraciones en las sedes socialistas en las que asegura que estas concentraciones y estos hechos son «un ataque contra la democracia y la Constitución Española».
«Unos hechos inaceptables provocados por una ultraderecha frustrada que convoca y una derecha que mira hacia otro lado»
Pedro Sánchez acusa a PP y Vox directamente y les acusa de vulnerar la propia Constitución
«Una Constitución que dicen defender y no dejan de violentar»
Asegura Sánchez que estos hechos les reafirmas en la coalición de un gobierno progresista «Un gobierno que siga actuando desde la razón y la defensa de los principios de convivencia, libertad y democracia que reclama y comparte la inmensa mayoría de la sociedad española».
Nuevas concentraciones en Ferraz
Esta tarde el Ministerio del Interior ha diseñado un dispositivo de más de 300 agentes en la zona de Ferraz y han aumentado el cordón y perímetro de seguridad, alejando de la sede socialista a los manifestantes que hoy vuelven a la zona.
Ayer y hoy se ha podido ver a los propios manifestantes como señalaban a los radicales infiltrados, que son aprovechados por la izquierda radical para asegurar que todos los manifestantes son radicales.
Lo que hace Pedro Sánchez es una auténtica huida hacia adelante, una auténtica proyección psicológica, acusando a los demás de violentar la Constitución y acabar con la convivencia, justo lo que la población que se manifiesta le acusa a él.
La realidad es que si bien Sánchez asegura que la gran mayoría les reclama un gobierno progresista, evita hablar de amnistía, evita hablar de las consecuencias de la misma para los catalanes y para el resto de españoles.
En Valencia también se concentran cerca de un centenar de personas, cuando aún faltan diez minutos para la concentración y con un fuerte dispositivo policial en la sede de la Calle Hospital.
Se le acaba el tiempo a Sánchez
La realidad es que a Pedro Sánchez se le está acabando el tiempo, y el acuerdo con Junts se complica, además se manda un mensaje a la justicia que sigue imputando delitos a Puigdemont, con el que el número 3 del PSOE sigue a pesar de estar investigado por delitos de terrorismo negociando un futuro gobierno de España.
El PSOE y el gobierno en pleno acusa de ultraderechistas a todas las personas que se manifiestan indignados, les llama violentos. Un gobierno que acusa a sus ciudadanos de violentos, que arremete contra el órgano de los jueces y contra otros partidos democráticos es un peligro para la democracia española y no se merece representar a los españoles.