Sánchez seguirá en Moncloa y se autoerige como líder de la democracia mundial

Sánchez seguirá en Moncloa y se autoerige como líder de la democracia mundial

El presidente Pedro Sánchez seguirá al frente de la presidencia del Gobierno de España. Lo ha comunicado mediante una comparecencia sin prensa, sin preguntas y donde todo estaba medido al milímetro.

Un discurso a los ciudadanos donde a pesar de criticar el fango de la vida política se ha hundido más al asegurar que en España “se confunde libertad de expresión con una libertad de difamación…”

Sánchez ha querido empatizar con los ciudadanos, queriendo borrar una imagen de sí mismo que se ha forjado estos últimos años y ha asegurado que “Llevamos 10 años sufriendo una campaña de descrédito Begoña y yo.”.

Parece que nadie haya sufrido ataques, y olvida los dirigidos por él…

Liderazgo contra el odio a nivel mundial

El presidente se ha erigido a sí mismo quan César, como el líder de la campaña mundial contra las falsedades y lo que ha denominado “odio y amenazas a la democracia”.

Presentarse como la auténtica encarnación de la democracia a sí mismo parece querer justificar decisiones excepcionales inéditas que él mismo anuncia que liderará. Un culto a la personalidad que llama a la movilización para defender el sustento de ese propio gobierno de coalición.

Sánchez ha querido justificar estos días de “reflexión” y se erige como portavoz feminista para no “hacer más daño a las víctimas”. Erigiéndose nuevamente como superviviente y gran estratega de este país. Sánchez echa un pulso a todos y se erige como la verdadera democracia, de nuevo olvidando sus propios ataques personales y que él mismo ha bajado a la arena, restregándose en el barro de la política.

La escenificación de ir a ver al rey para decirle que sigue

Ir a zarzuela a comunicar al Jefe del estado que sigue en algo de lo que nunca ha dejado de estar es una extraña forma de escenificar una hoja más de su estrategia.

Tras un fin de semana que ha conseguido el culto al líder en su partido con un cierre de filas absoluto, deja una España más débil y la total incredulidad de los líderes europeos.

Lo realmente importante son las palabras del presidente que se erige como la propia democracia y pervierte la misma y la retuerce de manera que el mensaje es o estás conmigo o no están en la democracia, una perversión de la misma propia de un estratega egocéntrico absoluto.

Finalmente se demuestra que Sánchez ha estado jugando con todos los españoles durante 5 días y no ha dudado en utilizar todas las instituciones en su beneficio personal.Cabe recordar los ataques desde el gobierno a medios de comunicación, comunicadores y periodistas. A los que ahora acusa de difamar y no informar, en una suerte de Venezuela que parece querer imponer y que es el verdadero riesgo, un autodenominado líder supremo absoluto que llama a la rebelión y que se ensalza en líder mundial…

Sánchez deja una España más rota, más dividida y más inestable, y parece que esto no ha sido más que un sainete para averiguar sus palmeros hasta qué punto le siguen, es malo para el PSOE, para el Estado y para la democracia, el culto al líder y su divinidad es la base de una dictadura, y no debemos consentir que nadie nos imponga su voluntad, sea de izquierdas o de derechas.

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