La cara y la cruz del día después de las Fallas, miles de valencianos acudían este fin de semana a ver el cadafal de la Mare de Deu dels Desamparats, pero el viernes los operarios municipales lo desmontaron a pesar del buen estado de las flores debido al frío y humedad.
Una legión de operarios municipales desmontaron ante la atónita mirada de cientos de valencianos las flores de la Plaza de la Virgen el mismo viernes 22 de marzo.
Por contra el viernes, los monumentos vallados como La Lonja, las Torres de Serranos, les Covetes de los Santos Juanes aún estaban colocadas. Fuentes municipales de Patrimonio aseguran que el mismo día 20 habían dado orden a los servicios y contratas municipales de retirada de los mismos.
Mucho más llamativo ha sido los wateres químicos dispuestos en Fallas, como los que se colocan junto al BRL del pretil del río, contraviniendo la propia normativa de protección patrimonial, pero muchos de éstos aún siguen una semana después.
Desde Compromís Valéncia ayer mismo denunciaban este hecho y aseguraban que lo mismo que habían tardado en colocarlos tardaban en retirarlos.
Contrasta la rapidez en retirar a la Mare de Deu cuando se aprecia que la flor estaba en perfectas condiciones con la lentitud en retirada de otros elementos, lo que ha llevado a una nueva polémica con los ciudadanos, cabreados por no poder haber visto a la Mare de Deu y su manto floral retirado con demasiada celeridad para muchos.
https://x.com/GHPatrimonioVLC/status/1772544079219298588?s=20
La gestión de las fallas
El sentir generalizado es que la gestión de las Fallas ha sido bastante caótica, y necesita mejorar, una organización municipal que en muchos casos ha padecido de descoordinación. Por mucho que algunos concejales como el de Mercados y Fallas, Santiago Ballester se empeñe a negar la realidad, el negacionismo de los hechos contrasta con la visión de la mayoría de los ciudadanos, inclusive los falleros que piensan que la gestión de la fiesta es manifiestamente mejorable.
Para poder solucionar los problemas hay que detectarlos y analizar lo sucedido, pero el negar la evidencia sólo da más problemas y caer repetidamente en los errores cometidos una y otra vez. Además muestra una clara falta de empatía y un ego desmesurado por no aceptar ni críticas constructivas para mejorar la fiesta y la convivencia de todos.