Valencia vivió una noche inolvidable este sábado con la inauguración del Roig Arena, y se rinde ante el nuevo coloso multiusos financiado por el empresario Juan Roig, presidente de Mercadona, con una inversión de 400 millones de euros
Este ambicioso proyecto, diseñado para ser el epicentro cultural y deportivo de la ciudad, abrió sus puertas con un espectáculo que quedará grabado en la memoria de los valencianos: el mayor homenaje jamás realizado a Nino Bravo, el hijo pródigo de la tierra del Turia cuya voz sigue resonando en todo el mundo.
«Hacía falta algo así», exclamó la cantante Sole Giménez ante un público entregado, que llenó las gradas del imponente recinto. El Roig Arena, que será la nueva casa del Valencia Basket y un hogar para grandes eventos culturales, dejó atónitos a los asistentes por su magnitud y modernidad. «No me lo imaginaba tan grande», se escuchaba entre los espectadores, todavía sorprendidos por la envergadura del espacio, que combina tecnología de vanguardia con un diseño funcional y majestuoso.
Un tributo inolvidable y enorme a Nino Bravo
El concierto inaugural fue mucho más que un espectáculo musical; fue un viaje emocional que entrelazó nostalgia, innovación y un profundo amor por la música.
La velada comenzó con un momento sobrecogedor: un holograma de Nino Bravo, creado con tecnología de última generación, interpretó por primera vez Vivir, una canción póstuma grabada en una maqueta apenas 72 horas antes del trágico accidente que segó su vida en 1973.
La aparición del holograma, que parecía devolver a Nino Bravo a la vida, arrancó lágrimas y aplausos de un público que sintió la presencia del legendario artista.
El escenario se llenó de grandes voces del panorama musical español, que rindieron homenaje a la obra inmortal de Nino Bravo. Malú abrió la noche con su potencia vocal, seguida por un desfile de talento que incluyó a David Bisbal, Víctor Manuel, Pablo López, Vanesa Martín, Miguel Poveda, Pitingo, Sole Giménez, Marta Sánchez, Carlos Goñi (Revólver), Andrés Suárez, Chambao, Funambulista, La Habitación Roja, Varry Brava, La Casa Azul, Juanjo Bona, Luis Cortés, Sandra Valero y Eva Ferri, hija del mítico cantante. Cada artista aportó su sello personal a clásicos como Libre, Cartas amarillas o América, respaldados por una banda sinfónica de primer nivel y visuales inmersivos que elevaron la experiencia a otro nivel.
Momentos que tocaron el corazón
Uno de los instantes más emotivos fue el dueto virtual entre Eva Ferri y su padre, Nino Bravo, gracias a un holograma en 2D que permitió a la hija del artista compartir escenario con él interpretando Vuelve. Al concluir, Eva, visiblemente emocionada, aseguró: «Mientras haya una sola persona que escuche una canción de mi padre, él siempre estará aquí». También destacó la importancia del Roig Arena, afirmando que este homenaje «ha puesto a Nino Bravo en boca de todo el mundo».
El público se puso en pie en varias ocasiones, vibrando con momentos como la interpretación de Libre por Víctor Manuel, único participante del primer homenaje a Nino Bravo en 1973, o el íntimo dueto de Pablo López y Vanesa Martín en Cartas amarillas, que envolvió al auditorio en una atmósfera cálida y nostálgica. Miguel Poveda y Juanjo Bona también dejaron huella con sus versiones de Como todos y Esa será mi casa, mientras que David Bisbal cerró la noche con su arrolladora energía en América. El broche final llegó con todos los artistas unidos en el escenario entonando Un beso y una flor, un himno que resonó como un canto de amor a Valencia y a la memoria de Nino Bravo.
El legado de Nino Bravo y el 80 aniversario
El espectáculo, titulado Bravo, Nino, no solo fue un concierto, sino un evento cultural sin precedentes que combinó música, tecnología y emoción para celebrar la esencia de un artista cuya voz trasciende generaciones. En el marco del 80 aniversario de su nacimiento, Universal Music anunció el lanzamiento de Bravo, Nino. Las Canciones de una Leyenda. 80 Aniversario, una recopilación actualizada de su obra que incluirá novedades respecto a ediciones anteriores, como grabaciones remasterizadas y material inédito que permitirá a nuevas generaciones descubrir su legado.
Nino Bravo, nacido en Aielo de Malferit en 1944, se convirtió en un ícono de la música española con su voz poderosa y sus letras cargadas de sentimiento. Canciones como Noelia, Te quiero, te quiero o Mi tierra forman parte del imaginario colectivo, y su trágica muerte a los 28 años no hizo más que consolidar su estatus como leyenda. Este homenaje en el Roig Arena reafirma su relevancia cultural y su conexión inquebrantable con Valencia.
El Roig Arena: un nuevo faro cultural para Valencia
El Roig Arena no es solo un recinto multiusos; es un símbolo del compromiso de Juan Roig con su ciudad. Con capacidad para miles de espectadores, el espacio está diseñado para albergar desde conciertos de talla internacional hasta eventos deportivos y culturales. Su tecnología de punta, como los sistemas de hologramas y pantallas inmersivas utilizados en el concierto inaugural, lo posiciona como uno de los recintos más avanzados de Europa.
Además, el proyecto ha generado un impacto económico significativo en la región. Mercadona, empresa de Roig, anunció recientemente la búsqueda de personal para preparar pedidos en almacén, ofreciendo sueldos de hasta 2.280 euros más complementos, lo que refuerza el compromiso del empresario con el empleo local y el desarrollo de Valencia.
Un comienzo que marca historia
El estreno del Roig Arena con el homenaje a Nino Bravo no solo celebró la música de un artista irrepetible, sino que también marcó el inicio de una nueva era para Valencia como destino cultural y deportivo. La combinación de talento, tecnología y emoción convirtió la noche en un hito que resonará durante años. Como dijo Eva Ferri, mientras haya quien cante las canciones de Nino Bravo, su legado seguirá vivo, y el Roig Arena promete ser el escenario perfecto para que esa música, y muchas otras, continúe emocionando a generaciones futuras.