Dos ciudades con historias ricas y culturas vibrantes están a punto de forjar un nuevo vínculo que trasciende fronteras y siglos. En un esfuerzo liderado por el Instituto Seda España, presidido por Fernando Molina, y con la colaboración del Focal Point de la UNESCO y Cónsul Honorario de Uzbekistan , José María Chiquillo, Valencia y Samarcanda están dando pasos firmes hacia un hermanamiento que promete enriquecer ambas ciudades en muchos sentidos.
La Ruta de la Seda y su significado histórico
La Ruta de la Seda, una red de rutas comerciales que conectaba a China con el Mediterráneo, fue una de las mayores hazañas de intercambio cultural y comercial de la historia. A lo largo de esta ruta, se transportaban no solo seda, sino también conocimientos, tecnología, religiones y artes, creando un puente entre el Este y el Oeste. Samarcanda, una de las ciudades clave a lo largo de esta ruta, fue un centro de comercio y cultura que se destacó por su papel en el intercambio de seda y otros productos.
Valencia, la cuna de la seda en España
Se cree que la seda se introdujo por el Norte de África y el sureste peninsular, pero no fue hasta la llegada de los árabes, en el siglo VIII, cuando se desarrolló su producción.
El Colegio del Arte Mayor de la Seda es una institución que fue constituida como Gremio de Velluters, cuyas primeras ordenanzas fueron aprobadas por el rey Fernando El Católico en 1479. Su función principal era la de regular el oficio y la producción de tejidos de seda en la ciudad de Valencia..
Herencia y fruto de esa época de esplendor, Valencia conserva el edificio de la Lonja, al que Mientras la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró oficialmente como Patrimonio Cultural de la Humanidad el 5 de diciembre de 1996.
Por tanto Valencia está vinculada desde el inicio de la producción de la seda en España. La historia de Valencia y su relación con la seda es fascinante, y la ciudad ha mantenido viva esta tradición hasta nuestros días, como se puede apreciar en el comercio tradicional de trajes de fallera ,un claro exponente de la seda viva en la ciudad.
Un hermanamiento impulsado por la seda
El Instituto Seda España, bajo la presidencia de Fernando Molina, ha estado trabajando para fomentar la comprensión y la apreciación de la historia de la seda en Valencia y en toda España. Su visión es conectar las raíces históricas de la seda en Valencia con otras ciudades que jugaron un papel crucial en la Ruta de la Seda, y Samarcanda es una elección natural.
La visibilidad internacional de Valencia se ve reforzada con el nombramiento de Capital de la Seda de Occidente en 2015, la incorporación de España en el programa de la Seda de la Organización Mundial del Turismo y el apoyo que ha recibido el ISE en los últimos cuatro años de Turisme Comunidad Valenciana.
José María Chiquillo, el Focal point de la UNESCO para esta iniciativa, reconoce la importancia de preservar y promover el patrimonio cultural y histórico de estas ciudades, y afirma que “el hermanamiento de Valencia y Samarcanda no solo fortalecerá los lazos culturales entre estas dos ciudades, sino que también resaltará la contribución de ambas a la historia de la humanidad”.
Los beneficios del hermanamiento
El hermanamiento entre Valencia y Samarcanda promete una serie de beneficios tangibles e intangibles. En primer lugar, fomentará el turismo cultural y el intercambio de experiencias entre las dos ciudades, lo que generará un flujo positivo de conocimiento y riqueza.
Además, este hermanamiento ofrecerá oportunidades para la colaboración en áreas como el arte, la educación y la preservación del patrimonio cultural. La posibilidad de intercambiar exposiciones, talleres y programas educativos abrirá nuevas perspectivas para los habitantes de ambas ciudades.
Mirando hacia el futuro
A medida que el Ayuntamiento de Valencia y el de Samarcanda establecen las bases de trabajo conjunto para hermanarse, el instituto de la Seda de España ha presentado la propuesta de un convenio marco de colaboración a la nueva concejala de Turismo del Ayuntamiento de Valencia Paula Llobet.
Una propuesta con líneas estratégicas que abren puertas a un futuro de cooperación y puesta en valor del patrimonio sedero. Este es un recordatorio de cómo las conexiones históricas pueden seguir siendo relevantes en la sociedad moderna, y de cómo la seda, un antiguo tesoro cultural, puede ser el hilo conductor que une a dos lugares distantes en un abrazo fraternal. Valencia y Samarcanda, unidos por la historia y la seda, están escribiendo juntas un nuevo capítulo de amistad y colaboración que será recordado por generaciones venideras.