La pasada noche, la estación de tren de Joaquín Sorolla en Valéncia y la estación del Norte se convirtieron en un improvisado refugio para decenas de personas que no pudieron continuar su viaje debido al gran apagón que afectó ayer a España y Portugal.
La falta de suministro eléctrico provocó la cancelación de numerosos trenes, dejando a muchos viajeros sin opciones de transporte y sin posibilidad de encontrar alojamiento en una ciudad colapsada por la emergencia.
Ante esta situación, y a petición de la Generalitat Valenciana, la Cruz Roja se movilizó rápidamente para asistir a los afectados.
Voluntarios de la organización humanitaria acudieron a las estaciones y repartieron mantas y alimentos básicos, garantizando que las personas atrapadas pudieran pasar la noche en condiciones mínimamente dignas.
Se habilitaron zonas de espera para que los viajeros pudieran descansar.
Apagón Ibérico: Alta tensión entre los usuarios en la estación de Joaquin Sorolla
La Generalitat Valenciana ha agradecido públicamente la labor de la Cruz Roja y de todos los voluntarios que hicieron posible que la noche transcurriera sin incidentes.
Mientras tanto, las autoridades siguen trabajando para normalizar la situación del transporte ferroviario en todo el territorio nacional.
Este episodio ha puesto de manifiesto, una vez más, la importancia de contar con redes de respuesta rápida ante situaciones de emergencia, así como el papel esencial que desempeñan organizaciones como la Cruz Roja en momentos críticos, cosa que no sucedió durante la DANA.