Visita a la alquería de Barrinto con la Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidia

Visita a la alquería de Barrinto con la Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidia

Visita a la alquería de Barrinto con la Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidia

 

Ayer por la tarde asistimos a la visita de la alquería de Barrinto, situada dentro del parque de Marxalenes, que fue organizada por la Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidia y realizada por el técnico de la biblioteca Joanot Martorell, Emilio García Giner.

https://cultural.valencia.es/es/monument/alqueria-de-barrinto/

Con esta actividad, los vecinos de San Antonio-Zaidia quieren dar a conocer el rico y variado patrimonio que atesoran en el distrito de la Zaidia y en los barrios que lo conforman: Marxalenes, Morvedre, Trinidad, Tormos y San Antonio.

Del siglo XIV al siglo XXI

 

La alquería Barrinto (BRL) está situada en el camino de Montañana, un antigua vía de la que se han encontrado restos arqueológicos del siglo XI. El origen de esta alquería podemos encontrarlo hacia la primera mitad del siglo XIV, como un centro de una gran explotación agraria, que contaba con un total de casi 4 hectáreas.

El edificio actual es el resultado de una importante remodelación que se efectuó a finales del siglo XV y principios del XVI, transformando una alquería que teñía funciones meramente productivas y de vivienda del campesinado en una casa señorial en la que se construirá una planta noble sobre el cuerpo Sur, y en la que se pueden encontrar las salas principales de esta vivienda señorial.

En estas plantas todavía se conservan, restaurados y con diversas reintegraciones, dos pavimentos de azulejos de Manises combinados con baldosas de barro cocido. Una de las salas, que podría ser el salón o el comedor principal, tiene los característicos azulejos de la rosa gótica con baldosas octogonales. La segunda sala, la cambra o dormitorio, tiene azulejos del tipo mocaret, mitad azul, mitad blanco, además de azulejos con decoración en estrella y baldosas cuadradas.

La alquería tuvo diferentes obras de reforma o reparación, y algunas de gran importancia, como las llevadas a cabo en el año 1696 tras una riada que la deja muy dañada e inhabitable.

A finales del siglo XVIII o comienzos del XIX, cuando la propiedad ya había pasado por herencia a manos de los Marqueses de Boil, se realizaron reformas en las fábricas, de nuevo por la degradación a la que las había sometido el agua, después de que en el año 1819 la alquería se inundó al desbordarse la acequia de Rascanya.

Antes de la última rehabilitación, que la convirtió en la biblioteca pública Joanot Martorell, destaca la reconversión de parte del ala meridional de la alquería en una serie de viviendas pertenecientes a un complejo industrial.

Esta nueva fábrica se construyó hacia el año 1915, al lado de la alquería de Barrinto, para la elaboración de
aceite de semillas por parte de los nuevos propietarios, los Alfonso, que eran descendientes de los arrendatarios históricos.

La joya de los canes tallados y policromados

 

Además de los característicos ventanales con los típicos poyetes o festejadors que se pueden ver en otros edificios como la Lonja de los Mercaderes. el Monasterio de San Miguel de los Reyes o el Palau de la Generalitat, la alquería destaca por su magnífica carpintería artística con la presencia de dos canes tallados y policromados, como los que se pueden ver en la techumbre tardogótica de madera policromada oculta en la iglesia parroquial de San Antonio Abad de Valencia.

Visita a la alquería de Barrinto con la Asociación de Vecinos San Antonio-Zaidia

Uno de los dos canes de la alquería de Barrinto todavía conserva en el frente la representación de un hombre con barba y perilla partida. Los laterales y la parte inferior de este can presenta una decoración de tipo vegetal, destacando la ornamentación de lo que serían los brocados, seguramente de seda, de la vestimenta del personaje. Las dos personas representadas podrían ser de la familia Figuerola (señores de Náquera desde finales del siglo XVI), que eran los propietarios del edificio y los artífices de las obras de ampliación de la alquería.

Los canes son de un claro estilo gótico flamenco, que estaba presente en nuestra ciudad desde el segundo cuarto del siglo XV.  Los patrones son muy similares a los usados por el pintor Joan Reixach, activo en Valencia entre 1431 y 1486, y por su taller y círculo de colaboradores.

En las últimas décadas del siglo XV y a comienzos del siglo XVI, momento en el que están datados estos canes, este gótico flamenco es claramente visible en el Maestro de Perea y en Vicente Macip, padre de Joan de Joanes.

La alquería de Barrinto guarda detrás de sus muros más de 650 años de historia que vale la pena visitar y conocer.

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