Las bicicletas de la Lonja y la memoria interesada
La semana pasada diferentes medios de comunicación se hicieron eco del aparcamiento masivo de un gran número de bicicletas, pegadas a la fachada principal de la Lonja de los Mercaderes, Patrimonio de la Humanidad UNESCO.
Diversos perfiles de la red social X (Twitter) compartieron un vídeo que tuvo un gran alcance y difusión, en el que se podía ver la invasión de la fachada de nuestro monumento más importante. La avalancha de críticas denunciando esta situación no tardaron en llegar y reflejaron el malestar y el enfado por una situación, que no es precisamente nueva:
https://x.com/crisgraun/status/1781263327361933730
https://x.com/AmicsDelCarme/status/1781270012591751670
Sin embargo, algunos de los post aseguraban que era la primera vez que se ven bicicletas aparcadas en la fachada de nuestro patrimonio de la humanidad y que esto no había sucedido con anterioridad.
Asociaciones como Círculo por la Defensa del Patrimonio han señalado que esto mismo ha pasado otras veces y no sólo con bicicletas, sino con otros vehículos y todo tipo de puestos y de cachivaches.
https://x.com/GHPatrimonioVLC/status/1782312868139987359
La memoria selectiva sobre el patrimonio
A tenor de lo que se ha podido leer durante estos días, parece que existe una memoria “selectiva” que afecta no sólo a los políticos, sino también a sus asesores, seguidores, acólitos y palmeros de uno y otro lado. Estas cosas sólo se ven, cuando se puede sacar rédito partidista de la situación y no porque les importe realmente el patrimonio cultural valenciano.
Sonroja, además, leer a algunos políticos, que hoy están en la oposición, como la ex regidora Glòria Tello, máxime cuando bajo su mandato y siendo responsable del Servicio de Patrimonio Cultural y teniendo adscrita la Lonja, permitió estampas como esta, día sí y día también.
En julio de 2022, se pudo ver como un grupo de bicicletas estuvo aparcado durante más de una hora en la fachada de la Lonja sin que nadie las retirara. Unos hechos que se repitieron en un par de ocasiones más.
Mientras que Tello ahora afirma que “cap element impropi pot dificultar la visió del monument”, en una publicación de abril de 2017, cuando era la Regidora de Cultura, discutía con expertos en patrimonio sobre la colocación de un escenario justo delante de la fachada de la iglesia de Santa Catalina Mártir (BIC). Entonces, su opinión era muy distinta: “un escenario se coloca en la fachada o frente a la fachada?? No es lo mismo”.
Habría que preguntarle pues a Glòria Tello si “unas bicicletas se colocan en la fachada o frente a la fachada?? Y que nos explicara por qué no es lo mismo, dado que el grado de protección legal del edificio es el mismo. Ambos son un BIC y es de aplicación la misma ley de patrimonio y el mismo Plan Especial de Ciutat Vella. Por lo visto, en este caso no era aplicable aquello de que “cap element impropi pot dificultar la visió del monument”.
Parece que sigue sin conocer la LPCV 4/1998 y que ha estado y continua estando muy mal asesorada a tenor de las declaraciones e intervenciones tan desafortunadas que sigue haciendo en las redes sociales en las que está activa.
La Lonja y su entorno siguen invadidos
Para comprobar unos hechos que llevan repitiéndose años, basta tirar de fototeca para encontrarte con docenas de imágenes que han sido denunciadas por activa y por pasiva por la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, Amics del Carmen y otros particulares y entidades. Y hablamos de denuncias que no sólo se efectúan por RRSS, sino que pasan por RGE ante el propio Ayuntamiento de Valencia, el Síndic d’Agravis, el Ministerio de Cultura y la propia UNESCO.
Hay recordar, igualmente, la cantidad de personas que justificaban todo lo que pasaba en el entorno de la Lonja, de manera absurda y visceral, o que directamente callaban y se ponían de perfil. Ahora muchas de ellas enseñan los dientes y sacan las garras por el simple hecho de que los “suyos” ya no gobiernan.
Esto es aplicable también a aquellas otras personas que antes lo criticaban y denunciaban y que ahora se han escondido o directamente han desaparecido. Los dientes y las garras se han escondido por el simple hecho de que ahora son los “suyos” los que gobiernan.
¿Qué está haciendo el Ayuntamiento de Valencia para evitar esto?
El actual equipo de gobierno sigue sin tomar las medidas que ha recomendado en infinidad de ocasiones el Síndic d’Agravis y que ha solicitado el Ministerio de Cultura y la UNESCO. Hace caso omiso a las mismas.
Y mientras los vehículos continúan aparcando en la fachada recayente a la calle de la Lonja, a pesar de estar prohibido y de haber cámaras de vídeo vigilancia, desconocemos si los subalternos del monumento avisan o no a la Policía Local. Que unas bicicletas y otros vehículos permanezcan allí durante una o dos horas, hace pensar que no hay nadie preocupándose de lo que pasa en el entorno del monumento. Las ocasiones en las que se está actuando son tras los avisos de las asociaciones y vecinos, que lo ponen en conocimiento directo de los responsables de cultura.
A este respecto, cabe puntualizar un detalle importante. Ya que, DENTRO DE LAS FUNCIONES DE LOS SUBALTERNOS FIJADAS POR CONVENIO, está la de atender e informar al público, vigilar y custodiar los locales e instalaciones y hacer guardar el orden, así como la de apertura y cierre de dependencias, vigilándolas y notificando al responsable las anomalías detectadas y también EXIGE A ESTOS QUE PONGAN EN CONOCIMIENTO DE LOS SERVICIOS RESPONSABLES, TODAS LAS ANOMALÍAS DETECTADAS. Por lo tanto, deben informar de cualquier mal uso que observen en las instalaciones y elementos del entorno de este y del resto de monumentos de la ciudad.
Sea como sea, queda patente que lo que pase en la Lonja de los Mercaderes está siendo utilizado como arma arrojadiza entre gobierno y oposición. Les importa muy poco lo que le pase al monumento y a su entorno de protección. Lleva años sufriendo la incompetencia de unos y otros.
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