Valencia.
Los sindicatos Satse, CCOO, UGT, CSIF e Intersindical Salut han anunciado un calendario de movilizaciones, comenzando con una concentración frente a la Conselleria de Sanidad el próximo 16 de diciembre. Estas acciones son en respuesta al «bloqueo» en la implantación de la jornada laboral de 35 horas y otras medidas de mejora.
En un comunicado conjunto, los sindicatos han criticado la postura de la Conselleria de Sanidad, liderada por el conseller Marciano Gómez, por su negativa al diálogo y la negociación colectiva. Han exigido una reunión una vez se designe al nuevo ‘president’ de la Generalitat.
Los sindicatos advierten que intensificarán sus movilizaciones si no hay un cambio urgente en la situación actual, insistiendo en el respeto a los acuerdos firmados y en una negociación efectiva para mejorar el sistema sanitario público valenciano.
Según los sindicatos, la situación se ha visto agravada por el incumplimiento del acuerdo del 8 de marzo de 2023, sobre la implantación de la jornada laboral de 35 horas y otras mejoras laborales. A pesar de que el acuerdo esperaba consolidar mejoras para el personal sanitario, lleva dos años paralizado, ya que la Conselleria está intentando renegociarlo o incluso anularlo.
Destacan que el acuerdo, fruto de negociaciones intensas entre Sanidad y los sindicatos, debería mantenerse vigente. Su incumplimiento, afirman, muestra un desprecio hacia el trabajo sindical y perpetúa el deterioro de la sanidad pública en la región.
Consideran que la aplicación de la jornada de 35 horas de lunes a viernes es una medida viable que el conseller podría implementar sin cambios al acuerdo existente, ya que está respaldada por el marco legal autonómico y estatal.
A pesar de ello, la implantación de estas horas no se ha llevado a cabo a noviembre de 2025, lo que genera frustración entre el personal y crea diferencias con otras comunidades autónomas que sí han adoptado esta medida, permitiéndoles atraer y retener más profesionales. Los sindicatos advierten que la sanidad valenciana no puede quedarse atrás.
El personal sanitario había recibido con entusiasmo muchas de las medidas acordadas, ya que mejoraban sus condiciones laborales, facilitaban la conciliación familiar y profesional y, además, influían positivamente en la calidad de la atención sanitaria.
Critican que la Conselleria haya aplazado la aplicación completa de estas medidas, vinculándolas a desarrollos normativos y presupuestarios, lo que ha generado malestar, movilizaciones y ha dañado su credibilidad.
Los sindicatos destacan que renegociar un acuerdo ya firmado y con desarrollo previsto desde 2023 representa un «claro incumplimiento» del compromiso. Exigen que la Conselleria abra de inmediato una mesa de negociación para abordar esta situación y evitar un conflicto mayor, ya que el personal ha sido víctima de decisiones unilaterales y falta de diálogo social.
Reclaman que la política sanitaria se base en el diálogo participativo y el bien común, insistiendo en que hasta ahora no se había vivido un deterioro tan profundo en las relaciones laborales ni una desconexión tan evidente con la realidad de los centros sanitarios. Además, otras promesas como la mejora de las agendas médicas, la reducción de listas de espera o la creación de la figura de la enfermera escolar tampoco se han cumplido.
Critican un cambio en el decreto de Atención Primaria que califican de «retrógrado», ya que limita la autonomía profesional y no aborda los problemas estructurales. Insisten en un modelo más participativo, con plantillas adecuadas a las necesidades de la población y respeto a los derechos laborales.
También denuncian la paralización de un decreto esencial sobre alertas de Salud Pública, que regula el sistema de alerta precoz y respuesta rápida, cuya entrada en vigor es esencial para enfrentar emergencias sanitarias.















