La Unió Llauradora denuncia una nueva entrada de arroz importado a través del puerto de Valencia, concretamente se trata de un barco con 6.000 toneladas que va dirigido a la empresa Hierba Ricemill del Grupo Ebro Foods y que cuenta con marcas tan importantes como La Fallera, Sus, Brillante o La Cigala, entre otras.
Esta empresa posee instalaciones en la localidad de Algemesí y ya el 15 de abril del pasado año fue el escenario de protestas de los arroceros ante las masivas importaciones procedentes de terceros países y la falta de salida comercial del arroz frente a la ralentización de las compras. Mientras tanto, los costes de producción del cultivo siguen por las nubes, sobre todo por la falta de materias activas para la lucha contra plazcas que sí que poseen en países terceros, lo cual se traduce en una merma importante de la rentabilidad de los arroceros valencianos.
Petición directa a la Consellería de Agricultura
La Unió solicita a la Consellería de Agricultura que inspeccione la procedencia, que efectúe analíticas de ese arroz y controle el envasado de ese arroz en las instalaciones de esta empresa, así como de otras que también importan.
«Si bien es cierto que los almacenes de arroz en la Comunidad Valenciana están en estos momentos con escasos excedentes de producto, hay que señalar que lo han hecho a expensas de pagar los industriales un precio bajo a los productores por el arroz de la pasada campaña. Con la práctica de las importaciones, estas grandes empresas supuestamente pretenden bajar el precio del arroz valenciano que afecta después sensiblemente a la renta de nuestros labradores.»
La Unió critica la falta de reciprocidad en los acuerdos comerciales subscritos por la Unión Europea con países terceros. Esta falta de reciprocidad fomenta una evidente competencia desleal de las importaciones agrarias. “A diferencia del arroz producido en el ámbito de la Unión Europea que cumple con los máximos estándares de calidad, otros países emplean productos químicos nocivos para la salud que están prohibidos en la UE, cultivan de manera insostenible para el medio ambiente y vulneran los derechos humanos”, señala la organización agraria. Insta así al Ministerio de Agricultura a aumentar el control en los puertos españoles de estas producciones para garantizar una absoluta ausencia de productos fitosanitarios no autorizados aquí como el Triciclazol o toxinas fúngicas.
También critica La Unió a las grandes empresas arroceras por no especificar en los paquetes de arroz que venden en las cadenas de distribución el país de origen. Algunas de ellas venden arroz de fuera como si fuera valenciano, indicando en la etiqueta únicamente el distribuidor local y que está envasado en la Comunidad Valenciana e incluso fotos identificativas de la Comunidad Valenciana, lo cual arruina a los productores y engaña los consumidores. La organización pide a la Comisión Europea que haga una revisión en profundidad del etiquetado del arroz porque se contemple claramente el origen del arroz.
En este sentido, La Unió cuestiona las importaciones de esas grandes empresas «que se afanan en algunos casos incluso de su valencianía con anuncios, patrocinios e imágenes icónicas, pero a la mínima optan por el arroz importado otros países». “Mientras las grandes empresas arroceras no quieren pagar un precio digno y justo aquí por el arroz, con estas importaciones el que pretenden y consiguen es presionar a la baja el precio del arroz local. Preferimos que dejan de alardear públicamente de esa supuesta valencianía para vender más y apuestan verdaderamente por los arroces valencianos y por sus productores”, critican desde La Unió
La Unió Llauradora insiste que hay que dar mayor transparencia a los consumidores indicando de manera clara la procedencia del arroz y además los supermercados tendrían que ser los primeros a exigir a sus proveedores el origen y no solo el lugar de envasado y hacer una apuesta clara por el producto de proximidad y por las denominaciones de origen.
El objetivo para la organización agraria es que al final los consumidores compran arroz valenciano, “para comer sano y seguro, potenciar la economía de nuestra tierra y salvar los humedales valencianos de los cuales depende el cultivo del arroz, como es el caso del Parque Natural de la Albufera sobre el cual se pretende que sea Reserva de la Biosfera, pero mientras tanto se mantienen las importaciones y se arruina a los productores de la Comunidad Valenciana.»