62 sacerdotes reciben el Galardón especial Alter Christus por su atención a los damnificados en la DANA
4 de noviembre de 2025 | Redacción Valencia Noticias
València. Más de sesenta sacerdotes de las localidades afectadas por la DANA de octubre de 2024 han recibido el Galardón especial Alter Christus, otorgado por el Regnum Christi como reconocimiento a su entrega, acompañamiento y consuelo a los damnificados de la zona cero “en medio de la adversidad”.
Esta XII edición de los galardones se ha celebrado por primera vez fuera de Madrid, en la localidad valenciana de Benetússer, en la parroquia y colegio Nuestra Señora del Socorro, ambos afectados por la riada. El acto estuvo presidido por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, junto al obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, y el administrador apostólico de Astorga, Francisco Javier Gay Alcain.
“Solo siendo servidores podemos ser otros Cristos”
Durante su intervención, monseñor Benavent destacó que “la grandeza del ministerio sacerdotal se encuentra en la humildad con la que el sacerdote lo vive”. Subrayó además que “cuando en medio de esa humildad el sacerdote no pierde la alegría por su vocación, entonces está viviendo su ministerio con autenticidad, porque únicamente busca servir al Señor”.
El arzobispo añadió que “la grandeza de la vocación sacerdotal también está en vivirla como la entrega de la propia vida. Solo así podemos ser ‘otros Cristos’ para nuestro mundo, porque Él resumió su vida con una sencilla frase: no había venido a ser servido, sino a servir”.
Reconocimiento a la entrega pastoral
Desde el año 2014, los Galardones Alter Christus del Regnum Christi buscan poner en valor la entrega y el servicio de los sacerdotes a la sociedad. En esta edición, además del reconocimiento a los 62 presbíteros valencianos, otros siete sacerdotes de las diócesis de León, Terrassa, Córdoba, Madrid, Astorga y Barcelona también fueron distinguidos por su labor pastoral.
El galardón especial concedido a los sacerdotes de las zonas afectadas por la DANA simboliza el agradecimiento a quienes “ofrecieron consuelo espiritual, acompañamiento y esperanza a las familias que perdieron sus hogares y templos durante la catástrofe”.
