La histórica compañía tecnológica abre en La Marina su nuevo hub internacional, apostando por el talento valenciano y reforzando el papel de la ciudad como referente digital global

Un retorno con mucho simbolismo

Han pasado cincuenta años desde que IBM instalara en la provincia de Valencia una de sus primeras fábricas de hardware en Europa. Aquella planta, ubicada en La Pobla de Vallbona, marcó un antes y un después en la historia industrial de la Comunitat Valenciana. Hoy, medio siglo después, la multinacional regresa con fuerza para dar un nuevo impulso a la innovación desde la Marina de València.

El nuevo Centro Internacional de Digital Sales, situado en The Terminal Hub, nace con vocación global: desde este enclave estratégico se coordinarán operaciones de ventas digitales para toda la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África). Pero más allá de su alcance geográfico, el proyecto tiene una dimensión profundamente local. Valencia vuelve a estar en el mapa de la alta tecnología mundial.

Formación, empleo y futuro para los jóvenes

Uno de los pilares más destacados del nuevo centro es la formación. IBM ha lanzado un programa pionero para capacitar a 100 jóvenes talentos como futuros ejecutivos de ventas digitales. Durante un año completo, estos profesionales recibirán formación especializada y práctica intensiva, trabajando codo a codo con expertos internacionales.

La idea es clara: convertir a Valencia en una auténtica cantera de talento tecnológico. No se trata solo de formar a nuevos empleados, sino de crear líderes capaces de transformar el futuro de la industria desde una perspectiva humana, innovadora y comprometida.

Como señaló uno de los responsables del proyecto durante la inauguración: “Queremos que estos jóvenes, cuando regresen a sus países de origen, contagien lo aprendido aquí y se conviertan en embajadores del talento valenciano por el mundo”.

Valencia, ciudad clave en la estrategia digital

La elección de Valencia no es casual. La ciudad ha demostrado en los últimos años ser un lugar idóneo para la innovación: clima emprendedor, universidades potentes, calidad de vida, infraestructura tecnológica y un ecosistema digital en plena efervescencia.

Además, la localización del centro en The Terminal Hub, en plena Marina de València, refuerza esa imagen de modernidad. Este espacio, antes industrial y hoy reconvertido en polo tecnológico, se ha consolidado como hogar de startups, aceleradoras, centros de formación y ahora también, grandes multinacionales.

Para IBM, estar en Valencia no solo significa operar desde un punto estratégico del sur de Europa. Es también una declaración de intenciones: apostar por el talento local, impulsar el empleo cualificado y contribuir a la transformación digital de las empresas de la región.

Una inauguración con mensaje

Durante la apertura del centro, el ambiente era de orgullo y optimismo. Las palabras del presidente de IBM en España lo resumieron bien: “Estamos aquí porque creemos en Valencia, en su talento, en su capacidad de liderar. Esta ciudad ya fue pionera hace 50 años, y lo volverá a ser ahora”.

También hubo reconocimiento institucional. Desde el Ayuntamiento, se destacó el esfuerzo realizado para atraer la inversión frente a otras ciudades europeas que también optaban a albergar el centro. La alcaldesa subrayó que Valencia está “en la primera división de la innovación” y que la ciudad “vuelve a ser atractiva para el talento y la inversión”.

Para muchos, el anuncio marca un punto de inflexión. No solo es una buena noticia para los jóvenes que buscan oportunidades laborales de calidad. También lo es para todo el tejido productivo valenciano, que ve cómo la digitalización se convierte en una realidad tangible.

Ecosistema, sinergias y colaboración

Uno de los puntos fuertes del proyecto es su integración en el ecosistema emprendedor local. The Terminal Hub no es solo un edificio: es un espacio de colaboración. Aquí conviven decenas de empresas tecnológicas, startups y centros de innovación que pueden beneficiarse directamente del conocimiento, la red y la experiencia de IBM.

Además, se prevé una estrecha colaboración con universidades y centros de formación, lo que refuerza la idea de que Valencia no quiere ser solo una fábrica de talento, sino su hogar natural. Que los jóvenes puedan formarse, desarrollarse profesionalmente y quedarse a vivir en su ciudad es, sin duda, uno de los grandes retos que ahora se vuelve un poco más alcanzable.

Un salto cualitativo en el mapa tecnológico

Con la llegada de IBM, Valencia da un paso firme en su posicionamiento como hub digital de referencia. Ya no se trata solo de atraer congresos tecnológicos o potenciar startups locales. La presencia de una multinacional de este calibre implica una nueva etapa, en la que la ciudad puede jugar un papel protagonista en la estrategia digital de Europa.

La apuesta por tecnologías abiertas como la inteligencia artificial, la automatización, los datos y la nube híbrida colocan a este nuevo centro a la vanguardia. Y lo hacen desde una visión global, pero con impacto local: el empleo, la formación, las alianzas y las oportunidades serán, sobre todo, para los valencianos.

Un recuerdo que inspira, un futuro que empieza hoy

En los años 70 y 80, la antigua fábrica de IBM en la Pobla de Vallbona formó a generaciones de técnicos y directivos. Muchos de ellos recuerdan con emoción aquellos años como una etapa de progreso, modernización y orgullo. Hoy, ese legado se reactiva bajo una nueva forma, más digital, más conectada, pero con el mismo espíritu: ofrecer talento, modernización, liderazgo.

“Valencia fue una escuela de innovación. Ahora lo vuelve a ser, pero mirando al futuro”, expresó uno de los directivos en el acto inaugural. Y no le falta razón.

Conclusión: una oportunidad que marca el camino

El regreso de IBM a Valencia no es solo una buena noticia económica. Es también una señal de confianza, una apuesta estratégica y una oportunidad de construir un futuro más digital, más innovador y más valenciano.

¿Y tú? ¿Qué opinas de este nuevo centro tecnológico en La Marina? ¿Crees que marcará un antes y un después para el empleo juvenil en nuestra ciudad?