No bebemos agua, bebemos miedo
La Asociación Casc Antic Digne i Viu alerta de una crisis de salud pública invisible que recorre el subsuelo de la ciudad histórica, mientras el Ayuntamiento defiende la «excelencia» del suministro.
En el corazón histórico de Xàtiva, entre el patrimonio monumental y las calles empedradas que atraen a turistas, discurre una realidad mucho menos fotogénica. Bajo el suelo, una red de tuberías obsoleta —heredera de tiempos donde la salud pública tenía otros estándares— se ha convertido en el enemigo número uno de los vecinos.
La asociación Casc Antic Digne i Viu ha vuelto a alzar la voz, esta vez con la contundencia de quien lleva casi una década chocando contra un muro administrativo. Su última denuncia en redes sociales no es solo una queja; es un SOS fundamentado en analíticas que contradicen la versión oficial y que ponen sobre la mesa palabras que ningún gestor público quiere oír: plomo en el agua.
La guerra de las analíticas: ¿Qué sale del grifo?
El conflicto se avivó recientemente tras una publicación en la red social X (antes Twitter), donde el colectivo vecinal exponía sin filtros su frustración. Pero el problema viene de lejos. Según denuncia la asociación, la red de agua potable del casco antiguo —y por extensión de gran parte de la ciudad— sigue dependiendo de kilómetros de conducciones de plomo.
La discrepancia es técnica y alarmante. Mientras el Ayuntamiento de Xàtiva, a través de su concejalía de Ciclo Hidráulico encabezada por Ignacio Reig, ha defendido reiteradamente la calidad «excelente» del agua y la inexistencia de riesgos, los vecinos han optado por la autogestión de la verdad. La plataforma ha financiado de su propio bolsillo hasta 44 analíticas independientes en laboratorios acreditados de Valencia y Barcelona.
https://x.com/nanticdigneiviu/status/1599435430398595073?s=20

Los resultados que esgrimen son inquietantes: denuncian concentraciones de plomo disuelto que, en algunos casos, superan los límites permitidos por la normativa sanitaria y representan un riesgo potencial que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Parlamento Europeo llevan años instando a erradicar. «Ninguna concentración de plomo es inocua», recuerdan desde la entidad, citando a la OMS para desmontar cualquier intento de minimizar «picos puntuales» de contaminación.
¿Qué dice la OMS sobre la presencia de plomo en el agua?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una postura muy clara y estricta respecto a la presencia de plomo en el agua potable, considerándolo una sustancia tóxica sin un nivel de exposición seguro conocido:
1. Valor de Referencia (Límite Máximo)
- Valor Provisional: La OMS ha establecido un valor de referencia provisional para el plomo en el agua potable de $0.01 \text{ mg/l}$ ($10 \text{ \mu g/l}$) en sus Guías para la calidad del agua de consumo humano.
2. Riesgos para la Salud
- No hay Nivel Seguro: La OMS (y la Organización Panamericana de la Salud – OPS) afirma que no existe ningún nivel por debajo del cual se pueda asegurar que la exposición al plomo no tiene efectos nocivos para la salud.
- Población más Vulnerable: El plomo es especialmente peligroso para los niños de corta edad (incluidos los fetos en gestación), ya que puede afectar su desarrollo neurológico.
Efectos en Niños: Incluso a niveles bajos, la exposición en la infancia se ha asociado con:
- Problemas de comportamiento y aprendizaje.
- Reducción del coeficiente intelectual (CI).
- Trastorno por déficit de atención.
Efectos en Adultos: En adultos, el plomo puede causar:
- Efectos cardiovasculares, como aumento de la presión arterial e incidencia de hipertensión.
- Disminución de la función renal.
- Problemas de reproducción.
3. Origen y Prevención en el Agua
- Fuente de Contaminación: El plomo en el agua potable generalmente no proviene del suministro de agua principal, sino del deterioro de tuberías, accesorios y soldaduras viejas que contienen este metal dentro de los sistemas de fontanería de las viviendas o edificios.
- Recomendaciones de Eliminación: La OMS recomienda la eliminación gradual del uso de soldadura con plomo en tuberías de agua y fomentar la eliminación de tuberías y accesorios que lo contengan.
- Medidas a Corto Plazo: Mientras se eliminan las tuberías, se deben adoptar otras medidas, como el control de la corrosión y la minimización de la disolución del plomo en los sistemas de agua.
En resumen, la OMS considera que la intoxicación por plomo, incluida la exposición a través del agua, es un gran problema de salud pública que es totalmente prevenible, por lo que se debe aspirar a que los niveles de plomo en el agua potable sean inexistentes.

Nueve años de «sordera institucional»
La indignación de Casc Antic Digne i Viu no nace sólo del miedo a la contaminación, sino del hastío ante la inacción. El colectivo habla de «sordera institucional» por parte del equipo de gobierno del alcalde Roger Cerdà. Han pasado nueve años desde que comenzaron a exigir un plan integral, y la sensación es que se gobierna a base de parches.
https://noticiasciudadanas.com/hipocresia-politica-en-la-gestion-del-agua/
La asociación critica que, en lugar de afrontar la sustitución completa de la red —una obra faraónica pero necesaria—, el consistorio se limita a actuaciones puntuales de «cartón piedra»: asfaltados superficiales en calles que, en sus entrañas, mantienen las tuberías tóxicas. Denuncian también la pérdida de subvenciones europeas y una ejecución presupuestaria que ignora sistemáticamente esta emergencia sanitaria, priorizando, según sus palabras, «saraos y banderolas» frente a la infraestructura crítica.

La asociación señala también que el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, y Juan Ignacio Reig Sanchis, Concejal de Hacienda, Urbanismo, Obras, Ciclo Hidráulico y Alumbrado, les han faltado al respeto, acusándolos de faltar a la verdad, de mentir y de estar politizados, en diferentes plenos municipales y en RRSS, intentando desacreditar su labor independiente en pro de una mejora urgente y necesaria.
https://x.com/nanticdigneiviu/status/1599435875783303170?s=20
El laberinto administrativo
Los vecinos no se han quedado en la queja digital. Su periplo ha incluido reuniones con la Fiscalía de Medio Ambiente, quejas formales al Síndic de Greuges y comparecencias en la Comisión de Peticiones de les Corts Valencianes. Sin embargo, la respuesta municipal sigue siendo defensiva. El Ayuntamiento argumenta que se realizan controles periódicos y que el agua es apta, llegando a acusar a la oposición y a los colectivos de crear una alarma injustificada.
No obstante, la realidad física del barrio parece dar la razón a los vecinos: reventones frecuentes, fugas que (según informes de auditoría citados por la asociación) suponen la pérdida de millones de metros cúbicos de agua al año, y humedades crónicas en las viviendas. Todo ello dibuja un sistema hidráulico colapsado.
¿Qué piden los vecinos?
La publicación en redes sociales que ha vuelto a poner el foco en el problema reitera una exigencia clara y concisa, alejada de colores políticos:
Reconocimiento del problema: Que el Ayuntamiento admita públicamente la existencia de tramos de red con materiales peligrosos.
Plan Director Integral: No más parches. Exigen un calendario plurianual, con presupuesto asignado, para la sustitución total del fibrocemento y el plomo en todo el casco histórico.
Transparencia: Que se hagan públicas las analíticas municipales con el mismo nivel de detalle que las que pagan los vecinos.
Una cuestión de salud, no de política
El caso de Xàtiva no es único en España, pero sí paradigmático de la tensión entre la gestión urbanística a corto plazo y la planificación sanitaria a largo plazo. El plomo es un neurotóxico acumulativo; sus efectos no se ven en un vaso de agua cristalina, sino en las estadísticas de salud a décadas vista.
Para los miembros de Casc Antic Digne i Viu, cada día que pasa sin que se levante el suelo para cambiar una tubería es un día más jugando a la ruleta rusa con la salud de sus familias. Su mensaje en redes es un recordatorio de que, antes de ser una ciudad turística o un escenario de eventos, Xàtiva es el hogar de miles de personas que, simplemente, quieren abrir el grifo sin miedo.
















