Acaba de conocerse que ha presentado su dimisión el Director General de À Punt, Alfred Costa, dejando los mejores números que nunca ha visto la televisión autonómica desde la creación de À Punt.
La dimisión es como consecuencia de la más que comentada polémia de la “comida” del President de la Generalitat Valenciana con la periodista Maribel Vilaplana para supuestamente ofrecerle la dirección de la cadena pública autonómica.
Un hecho el ofrecimiento incluso confirmado desde el propio Palau de la Generalitat Valenciana, y que es un escándalo de por sí.
Un concurso público para dirigir de À Punt
Si este ofrecimiento se hubiera producido y no fuera una excusa para justificar la comida, que es lo que muchos valencianos pensamos, sería un auténtico escándalo. ya que la dirección de À Punt se realiza mediante un concurso público a varios años, en el que los candidatos han de acreditar su experiencia, pero también presentar un proyecto empresarial. En este caso, un contrato marco, programación, financiación, coste,…
Un concurso que saca a licitación pública el Consell Valencià de Mijos de Comunicació, por lo que el president no podría ofrecer directamente a dedo esta presidencia, sino que es el Consell de Mijos de Comunicació, con representación de sindicatos y de los partidos con representación en Corts Valencianes el que eligen el presidente del ente público mediante este concurso, razonando su elección.
Un escándalo más para el president Carlos Mazón, en un momento dulce de la cadena autonómica, que había conseguido sus más altas cuotas de audiencia en la Comunitat Valenciana.
Esto no hace más que ejercer más y más presión sobre el presidente de la Generalitat Valenciana en uno de sus prores momentos como president y siendo más que cuestionado por todos, incluso por su propio partido.
Desde estas líneas queremos mostrar nuestro total apoyo a Alfret Costa y por supuesto afirmar su profesionalidad, cualquiera en su lugar tras la pérdida de confianza hubiera dimitido del cargo, lo que demuestra que no se aferra a su puesto, sino que Costa destila personalidad y profesionalidad.
El president por si algo faltara, sume en una crisis a la televisión autonómica cuando empezaba a ver la luz.