La empresa de reparto a domicilio abandona la figura del autónomo y anuncia contratos laborales para sus repartidores, en respuesta a la regulación y las críticas al modelo de economía digital.
La plataforma de entregas a domicilio Glovo, líder en el mercado español, ha anunciado este lunes un cambio fundamental en su estructura laboral: a partir de ahora, contratará directamente a sus repartidores en España. Este giro estratégico responde a las crecientes demandas legales y sociales que exigen mayor protección para los trabajadores en el sector de la economía colaborativa.
Un modelo laboral adaptado
La medida supone el fin del modelo basado en trabajadores autónomos, que había sido el núcleo de las operaciones de Glovo hasta ahora. En un comunicado, la compañía explicó que esta transformación es parte de su compromiso con España y su intención de liderar la evolución hacia una economía digital más inclusiva y regulada.
Los principales cambios previstos incluyen:
- Relación laboral directa, con contratos que garantizarán seguridad económica y estabilidad a los repartidores.
- Cobertura de beneficios sociales, como cotizaciones a la Seguridad Social, seguros por accidente laboral y permisos remunerados.
- Transparencia en las condiciones de trabajo, alineándose con las exigencias de la normativa vigente.
Contexto: la presión de la Ley Rider
Desde la aprobación de la Ley Rider en 2021, que establece que los repartidores deben ser empleados de las plataformas, Glovo había sido foco de críticas y multas millonarias por no cumplir completamente con esta normativa.
El nuevo modelo se posiciona como una respuesta directa a estas demandas y pretende evitar futuros litigios y sanciones. Además, la empresa ha asegurado que este paso fortalece su reputación y refuerza la confianza tanto de sus trabajadores como de sus usuarios.
Reacciones divididas entre los repartidores
Aunque muchos repartidores han recibido la noticia con optimismo por las mejoras en sus condiciones laborales, algunos expresan inquietud por la posible pérdida de la flexibilidad horaria que ofrecía el modelo de autónomos.
Por su parte, los sindicatos y organizaciones laborales han acogido el anuncio como un triunfo de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, recalcan la necesidad de supervisar la implementación para garantizar que los compromisos se traduzcan en mejoras reales.
Impacto en el sector y en los usuarios
El cambio podría implicar un aumento en los costes operativos de Glovo, que ahora deberá asumir gastos laborales como salarios fijos y cotizaciones sociales. Esto podría reflejarse en un incremento de las tarifas para los consumidores o en ajustes en los acuerdos con restaurantes y comercios.
A pesar de estos retos, la compañía confía en que el nuevo modelo reforzará su liderazgo en el mercado, consolidándola como una plataforma pionera en responsabilidad social dentro del sector del delivery.
Un precedente para el futuro
La decisión de Glovo podría marcar un antes y un después en el modelo laboral de las plataformas digitales en España, estableciendo un estándar que otras compañías del sector podrían verse obligadas a seguir.
¿Cómo crees que afectará este cambio a la experiencia de los usuarios y a la vida de los repartidores? ¿Se convertirá Glovo en un modelo a seguir para otras empresas de la economía digital?