En medio de las manifestaciones por la DANA en Valencia, crecen las acusaciones de instrumentalización política por parte de la izquierda. Talegón y Vaquero analizan las tensiones sociales y el impacto en los afectados.
Una tragedia natural convertida en campo de batalla político
La DANA y sus consecuencias sociales
La DANA que azotó Valencia no solo dejó daños materiales y humanos, sino que también abrió un frente político en el que las diferentes ideologías parecen estar más preocupadas por su imagen que por atender a los afectados. Este fue el tema principal de debate en el programa Horizonte, donde Beatriz Talegón, directora de opinión en Diario 16, y Roberto Vaquero denunciaron la politización de las manifestaciones convocadas en solidaridad con las víctimas.
Según Talegón, “se ha intentado sacar provecho político de una tragedia que debería haber sido un momento de unión”. Vaquero reforzó esta postura, acusando a ciertos partidos de izquierda de haber organizado movilizaciones con una agenda partidista en lugar de enfocarse en las verdaderas necesidades de los afectados.
El papel de la izquierda en las manifestaciones
Acusaciones de manipulación ideológica
Talegón criticó lo que considera una estrategia de la izquierda para aprovechar la DANA como herramienta de marketing político. Según ella, las manifestaciones han dejado entrever una agenda que busca señalar culpables y desviar la atención hacia cuestiones ideológicas, en lugar de centrarse en los problemas reales.
“En lugar de convocar una manifestación apartidista y unitaria, se ha creado una narrativa en la que el PSOE y sus aliados se presentan como salvadores, mientras que cualquier crítica es deslegitimada”, afirmó Talegón.
Vaquero fue más allá, señalando que incluso hubo grupos organizados para controlar la protesta y silenciar a quienes criticaban al presidente del Gobierno o a sus aliados.
“A los que llevaban carteles contra Sánchez se les rodeaba, se les abucheaba, y en algunos casos la policía intervenía para echarlos”, denunció Vaquero.
La falsa impresión de unidad vecinal
Ambos analistas coincidieron en que la izquierda ha intentado presentar las manifestaciones como un movimiento espontáneo de los vecinos. Sin embargo, aseguran que detrás de ellas había una organización estructurada y controlada por partidos políticos.
“Se hace ver que es algo vecinal, pero cuando preguntas quién convoca, no hay respuesta clara. Luego ves a militantes de izquierda marcando la pauta”, señaló Vaquero.
La contramanifestación y el clamor por la pluralidad
Una protesta alternativa
Ante lo que consideraron una apropiación política de las manifestaciones, Vaquero y su grupo organizaron una contramanifestación para dar voz a otras perspectivas. Llevando una pancarta con el rostro de Pedro Sánchez y el mensaje “también es su culpa”, buscaron ampliar el foco de las críticas.
“Cuando llegamos, los vecinos nos ovacionaban porque sentían que estábamos diciendo lo que ellos querían expresar, mientras los militantes nos llamaban fascistas”, relató Vaquero.
Este incidente refleja una creciente frustración entre los ciudadanos, quienes parecen cansados de que sus problemas sean utilizados como munición en disputas políticas.
La instrumentalización de la tragedia
Un marketing político insensible
Para Talegón, la politización de la DANA evidencia una desconexión entre los líderes políticos y las necesidades reales de los afectados. Según ella, partidos como el PSOE y Compromís han aprovechado la situación para reforzar su imagen pública, mientras que las soluciones estructurales quedan relegadas.
“La gente no quiere discursos políticos, quiere soluciones reales. Pero aquí, en lugar de ayudar, algunos partidos están jugando a reforzar su narrativa ideológica”, afirmó Talegón.
Vaquero también destacó cómo este enfoque desvía la atención de los problemas más urgentes, como la falta de infraestructuras, ayudas efectivas y coordinación en la respuesta a desastres.
Consecuencias en la comunidad
Ambos analistas coincidieron en que la instrumentalización política está erosionando el espíritu de unidad que inicialmente caracterizó a los vecinos afectados.
“Están fomentando el enfrentamiento, generando odio entre personas que deberían estar unidas en la reconstrucción”, denunció Vaquero.
Según Talegón, este tipo de divisiones no solo perjudican a las víctimas inmediatas de la DANA, sino que también dificultan el avance hacia soluciones a largo plazo.
Reflexión final: ¿qué necesita realmente Valencia?
Más acción, menos política
El debate concluyó con un llamado a desideologizar la respuesta a la DANA y priorizar las necesidades reales de los afectados. Talegón y Vaquero coincidieron en que los ciudadanos no buscan debates políticos, sino soluciones concretas que les permitan reconstruir sus vidas.
“La gente está harta de que los políticos jueguen con sus problemas. Lo que quieren son respuestas, no discursos”, concluyó Talegón.
Una pregunta al aire
¿Podrá Valencia superar esta politización y encontrar una respuesta unitaria y eficaz a las consecuencias de la DANA? ¿Qué opinas tú sobre el impacto de las ideologías en momentos de crisis?