Diego Nevado, portavoz de la plataforma antitaurina de la Comunidad Valenciana, acusa a un vecino taurino de coacciones tras un mensaje amenazante en redes sociales.
El clima de tensión entre defensores y detractores de la tauromaquia en la Comunidad Valenciana ha llegado esta semana a los tribunales. El juzgado de instrucción número 3 de Catarroja ha dejado visto para sentencia el juicio por un presunto delito leve de amenazas y coacciones contra un taurino de Albal, denunciado por el activista Diego Nevado, conocido por su papel al frente de la plataforma antitaurina de la región.
Un mensaje agresivo y una denuncia que reclama justicia
La denuncia se originó tras la recepción de un mensaje privado en Instagram, presuntamente enviado desde la cuenta del acusado, cuyo contenido —agresivo y ofensivo— incluía amenazas físicas directas. Según el texto aportado por la acusación, el mensaje decía:
«Ye tu mal parido, como te vea hoy por la plaza de toros de albal, te voy a partir la cara… que tu madre cuando naciste no sabías si eras persona o cerdo”.
Aunque la causa se instruye como un delito leve, el caso ha reavivado el debate sobre la escalada de hostilidad que viven algunos activistas en redes sociales y en actos públicos. Diego Nevado sostiene que este tipo de mensajes van más allá de una simple disputa ideológica y constituyen un ataque a su libertad y seguridad personal.
Sin prueba pericial, pero con señalamiento directo
Uno de los puntos polémicos del proceso ha sido la no realización de la prueba pericial o policial que solicitó el denunciante al inicio de la instrucción. Dicha prueba, según Nevado, habría servido para verificar la autenticidad del mensaje antes de su posible eliminación por parte del remitente. Aun así, durante la instrucción se identificó al titular de la cuenta desde la cual se habría enviado el texto.
La defensa, por su parte, ha negado los hechos, pese a que el acusado reconoció que el perfil de Instagram era suyo. Su estrategia ha pasado por cuestionar la credibilidad del pantallazo presentado por la acusación, insinuando que podría haber sido manipulado. No obstante, no se aportaron pruebas que acreditaran esa posibilidad.
“El denunciado se ha limitado a descalificarme y a negar sin fundamento, mientras que yo he presentado una captura y he pedido que se investigue formalmente”, declaró Diego Nevado a la salida del juzgado.
Una vista marcada por las interrupciones y la tensión
Según relatan asistentes al juicio, la sesión estuvo cargada de momentos tensos. La jueza tuvo que llamar la atención al acusado en varias ocasiones, y el propio denunciante subraya que su actitud “rozó la provocación” incluso fuera de la sala.
“No es normal que una persona que niega los hechos venga a comportarse de esa forma en la puerta del juzgado. Eso en sí mismo refuerza el motivo por el que seguí adelante con la denuncia”, explicó Nevado.
El Ministerio Fiscal, ausente por no ser obligatorio
Otro elemento que genera malestar en la parte denunciante es la ausencia del Ministerio Fiscal en la vista oral, algo permitido por tratarse de un delito leve, pero que para Nevado supone una situación de “indefensión”.
“Me he visto obligado a defender mi integridad sin el respaldo institucional que debería ofrecer el sistema de justicia. Y aún así creo que he podido demostrar la veracidad de los hechos”, manifestó.
Próximos pasos: recurso si hay absolución
La sentencia podría conocerse en los próximos días. En caso de que el fallo no sea condenatorio, Nevado ha anunciado un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Valencia, basándose en el derecho constitucional a la tutela judicial efectiva.
“El sistema no puede permitirse que las amenazas queden impunes solo porque quien las recibe sea incómodo o tenga una postura crítica. Si esto se archiva, ¿qué mensaje se lanza a quienes usan la violencia verbal como arma?”, planteó el activista.
La tauromaquia, eje de tensiones también en los tribunales
Este caso se suma a una larga lista de conflictos que han saltado del debate público al ámbito judicial en torno a la tauromaquia. En municipios como Albal, donde los festejos taurinos forman parte de la tradición, los enfrentamientos verbales entre activistas y aficionados son frecuentes, sobre todo en redes sociales.
Para algunos, como Diego Nevado, la justicia debería actuar con más firmeza ante los comportamientos intimidatorios:
“Las redes no son un espacio sin ley. Cuando alguien usa su perfil para amenazar, acosar o amedrentar, debe responder ante los tribunales. Y no es cuestión de taurinos o antitaurinos: es una cuestión de convivencia y de respeto”.
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