Josep Eliseo Pardo, investigador de la UPV y coordinador del mapa de inundaciones en l’Horta Sur, declara hoy en sede judicial en un momento decisivo para esclarecer las causas y responsabilidades de la devastadora DANA que afectó a Valencia y su área metropolitana.



Valencia, 3 de abril de 2025 – La investigación judicial abierta para esclarecer las circunstancias de la trágica DANA del 29 de octubre da hoy un paso crucial. La jueza encargada del caso ha citado a declarar a Josep Eliseo Pardo, experto en cartografía e investigador de la Universitat Politècnica de Valéncia (UPV), autor de un informe técnico que ha cobrado gran relevancia en el proceso. Su comparecencia marca la primera vez que un especialista en cartografía y análisis hidrológico interviene directamente en esta causa.
El foco está puesto en la crecida del barranco del Poyo, uno de los epicentros del desastre, donde se registraron niveles de agua sin precedentes que provocaron importantes daños materiales y la pérdida de vidas humanas. El informe de Pardo, elaborado tras un intenso trabajo de campo, busca establecer con precisión los niveles de agua alcanzados en distintas localidades de l’Horta Sur, así como proporcionar datos técnicos que puedan influir en la determinación de responsabilidades.
El mapa que puede cambiar el curso de la investigación
La herramienta central de este testimonio es el mapa de niveles de inundación realizado por el Grup de Cartografia GeoAmbiental i Teledetecció (CGAT) y la ETSE de Ingeniería Geodésica, Cartográfica y Topográfica de la UPV. Este proyecto, pionero por su nivel de detalle y rigor técnico, se convirtió en una referencia para instituciones, vecinos y ahora para el ámbito judicial.
El mapeo, que se desarrolló en tres fases y abarca más de cinco mil puntos de observación, permite visualizar la altura del agua en distintas zonas tras el paso de la DANA. A partir de marcas visibles dejadas por el agua en fachadas y mobiliario urbano, y con la ayuda de tecnología GPS, mapas de Open Street Maps y fotografías del Instituto Cartográfico Valenciano, los investigadores construyeron un modelo preciso de la profundidad de las inundaciones, contrastado con testimonios vecinales.
La importancia de una cartografía precisa
El papel que juegan los mapas en la gestión de emergencias es crucial. En el caso del 29 de octubre, varios expertos ya habían señalado fallos en la planificación de infraestructuras y en la implementación de los Planes de Acción Especial ante el Riesgo de Inundaciones. Estos planes, para ser eficaces, dependen de una cartografía fiable y actualizada. Cualquier error en el mapeo del terreno puede conducir a decisiones equivocadas durante la gestión de una crisis.
“La cartografía es la base de cualquier estrategia de protección. No se pueden diseñar planes de evacuación ni evaluar riesgos sin conocer el territorio con precisión milimétrica”, señala un técnico del CGAT que participó en el estudio.
Un esfuerzo técnico y humano
El trabajo de campo se realizó con la colaboración de voluntarios, cartógrafos y geógrafos que recorrieron tanto zonas urbanas como agrícolas, midiendo las marcas de agua con una mira topográfica. Este esfuerzo colectivo, que ha sido reconocido por los propios vecinos, dio como resultado un visor online de consulta pública, donde cualquier ciudadano puede consultar la profundidad máxima de agua registrada en su barrio o calle.
El investigador Josep Eliseo Pardo ha subrayado en diversas ocasiones la importancia de poner estos datos al alcance de todos. “La información salva vidas. Saber qué zonas se inundan y con qué intensidad permite anticiparse, reforzar estructuras y proteger a las personas”, explicó en una reciente jornada técnica sobre riesgos climáticos organizada por la Generalitat.
Impacto económico y planificación futura
Las cifras de daños materiales tras la DANA siguen siendo escalofriantes. Según cálculos preliminares, la altura del agua está directamente relacionada con el coste económico de los daños. A partir de ciertos umbrales, las pérdidas se disparan, afectando no solo al mobiliario sino a estructuras enteras de viviendas, negocios y equipamientos públicos.
Por ello, el mapa elaborado por el equipo de la UPV podría ser determinante en la reclamación de indemnizaciones por parte de particulares, empresas y administraciones. También será clave en la evaluación de futuras construcciones en zonas inundables y en la modificación de los planes urbanísticos.
La búsqueda de responsabilidades
Además del componente técnico, la investigación judicial también apunta a posibles fallos institucionales. ¿Fueron adecuados los avisos? ¿Estaban actualizados los mapas de riesgo? ¿Se construyó en zonas de peligro sin las medidas preventivas necesarias?
La comparecencia de Pardo permitirá evaluar con datos científicos si las autoridades contaban o no con información suficiente para haber previsto el alcance del desastre. En este contexto, no se descarta que puedan derivarse responsabilidades civiles o incluso penales, si se demuestra que hubo negligencia en la prevención o respuesta al evento climático.
Una DANA que marcó un antes y un después
El 29 de octubre dejó una huella profunda en la memoria de miles de valencianos. Las imágenes de calles convertidas en ríos, de coches arrastrados por la corriente y de familias evacuadas en plena noche todavía resuenan. Pero también marcó un punto de inflexión: la conciencia de que el cambio climático no es un problema del futuro, sino del presente.
El caso que ahora se investiga en los tribunales podría convertirse en un precedente jurídico sobre cómo se gestionan los riesgos climáticos en el ámbito urbano, y qué responsabilidades tienen los diferentes actores implicados: desde técnicos municipales hasta promotores inmobiliarios o altos cargos institucionales.