Centros de salud del departamento Doctor Peset afrontan una crisis asistencial por la no cobertura de bajas médicas, lo que ha disparado la carga laboral y los tiempos de espera. Sindicatos y gerencia intentan soluciones de urgencia ante una situación insostenible.
La presión sobre la sanidad pública valenciana ha alcanzado un nuevo punto crítico. En el departamento de salud Doctor Peset, en Valencia, la falta de sustituciones por bajas médicas temporales está provocando que los médicos de atención primaria atiendan hasta 60 pacientes al día, más del doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Una situación que, según denuncian los sindicatos, está llevando al límite al personal sanitario y afectando de forma directa a la calidad asistencial.
La situación es especialmente preocupante en los consultorios auxiliares de barrios y pedanías como Carretera Artés, Safranar, Pinedo, La Torre, Horno de Alcedo, Parque Alcosa, El Saler, El Perellonet y El Palmar, donde las plantillas son más reducidas y la cobertura médica depende de pocos profesionales.
Jornadas maratonianas y listas de espera desbordadas
Cada jornada laboral se convierte en un maratón para los profesionales. El volumen de trabajo ha provocado un colapso progresivo de las agendas médicas, con consultas de apenas 5 minutos por paciente, sin margen para un seguimiento adecuado ni para la atención emocional que requieren muchos casos.
Una médica del centro de salud de El Palmar, que prefiere mantener el anonimato, explica: “Llegamos a las ocho y no paramos hasta pasadas las tres. No hay tiempo ni para tomar un café. Algunos días veo 65 pacientes. Esto no es medicina, es supervivencia”.
Medidas de urgencia: turnos rotatorios y reorganización interna
Ante la presión de los profesionales y los sindicatos, la gerencia del departamento Peset se ha reunido con representantes sindicales y ha acordado un protocolo temporal de actuación, que incluye turnos rotatorios entre centros de salud para cubrir las bajas no sustituidas.
Esta medida implica que médicos de otros centros deberán desplazarse a los consultorios más saturados para reforzar la atención, pero sin que se hayan anunciado contrataciones adicionales, lo que para muchos supone simplemente trasladar el problema de un centro a otro.
Efectos colaterales: quirófanos parados y enfermería sobrecargada
La saturación no se limita a la atención primaria. La actividad quirúrgica también está afectada. La reciente DANA que golpeó a la comarca ha dejado quirófanos parcialmente inoperativos en áreas como Alfafar, Benetússer, La Torre y Sedaví, lo que ha provocado la suspensión de operaciones no urgentes y un aumento de las listas de espera.
En paralelo, más de 250 profesionales de enfermería, auxiliares y celadores acumulan una media de 150 horas extra, lo que equivale a unos 20 días laborables de descanso. Si estos permisos se conceden sin refuerzos, la atención asistencial podría caer drásticamente. Por ello, se ha solicitado un informe técnico para calcular el personal necesario para evitar un colapso asistencial durante las rotaciones.
El caso de Xirivella: un ejemplo de deterioro asistencial
La crisis sanitaria no es exclusiva del área Peset. En Xirivella, dentro del área del hospital General, el grupo municipal del PSOE ha denunciado graves deficiencias en el centro de salud, donde las listas de espera siguen creciendo y faltan recursos básicos, como un potro ginecológico en las consultas específicas.
Según los socialistas locales, la ausencia de este equipo desde septiembre ha obligado a cancelar consultas ginecológicas programadas, afectando especialmente a mujeres con revisiones periódicas pendientes o diagnósticos en curso. “No solo es una cuestión de dignidad en la atención, sino de salud pública”, denuncian desde el grupo municipal.
Sanidad sin respuesta clara
Hasta el momento, la Conselleria de Sanidad no ha emitido un comunicado oficial que detalle cómo y cuándo se van a cubrir las bajas, ni si está previsto un refuerzo extraordinario del personal. La sensación entre los profesionales es de abandono institucional.
“Cada día es más difícil mantener la motivación. Nos exigen más, pero nos dan menos herramientas. Esto no es sostenible ni para nosotros ni para los pacientes”, afirma un enfermero del consultorio de Pinedo.
La presión sindical va en aumento
Los sindicatos del sector sanitario ya han advertido que si no se aplican medidas estructurales y refuerzos reales de personal, el sistema público puede entrar en una fase crítica. Entre las propuestas que se barajan están:
- La contratación inmediata de personal sanitario para cubrir bajas y vacaciones.
- Incentivos temporales para profesionales que asuman turnos extra.
- Revisión urgente de la carga de trabajo y ratios médico/paciente.
- Mejora de las infraestructuras en los consultorios auxiliares.
¿Una crisis de atención… o una crisis estructural?
Lo que inicialmente se presentó como un problema coyuntural derivado de bajas puntuales parece responder a una crisis estructural más profunda: plantillas infradimensionadas, recursos escasos, falta de inversión en atención primaria y una política de sustituciones que, según los sindicatos, ignora la realidad del día a día en los centros de salud.