El Consistorio se opone al plan del Ministerio de Transición Ecológica que redefine los límites del dominio público marítimo-terrestre en el sur de la ciudad. Las alegaciones buscan evitar la pérdida de control sobre el Casal d’Esplai, la depuradora y la estación de bombeo de El Perellonet.
La tensión entre el Ayuntamiento de Valencia y el Ministerio de Transición Ecológica se ha intensificado esta semana a raíz del nuevo deslinde planificado por la Dirección General de Costas en las playas del sur de la ciudad. El proyecto, que redefine el dominio público marítimo-terrestre en El Saler, ha motivado una contundente reacción institucional por parte del gobierno municipal, que ha decidido sumarse al Consell en su rechazo a esta iniciativa estatal.
El punto de fricción se sitúa en un cambio de delimitación que, de aprobarse tal y como se plantea, afectaría directamente a infraestructuras de gestión municipal de gran valor estratégico, como el Casal d’Esplai, su planta de saneamiento, y la estación de bombeo de la gola de El Perellonet. Todos estos elementos, vitales para el funcionamiento del sistema hidráulico y social del parque natural de la Devesa-Albufera, quedarían en manos del Estado si el deslinde entra en vigor.
El Ayuntamiento activa su defensa jurídica y técnica
El Consistorio, en previsión de este escenario, inició hace semanas un análisis detallado de las posibles implicaciones y elaboró un conjunto de informes técnicos y jurídicos que respaldan su postura. Las alegaciones ya han sido presentadas oficialmente ante Costas, y en ellas se detalla por qué el nuevo trazado resulta perjudicial para los intereses municipales y medioambientales de la ciudad.
Uno de los principales argumentos gira en torno a la planta de saneamiento del Casal d’Esplai, una instalación que forma parte del sistema local de depuración de aguas residuales desde 1998. Esta infraestructura es responsable de gestionar las aguas grises del albergue y trasladarlas a una estación depuradora, por lo que su control resulta esencial para mantener estándares de higiene y salubridad.
La estación de bombeo de El Perellonet, infraestructura crítica
Otro punto especialmente sensible es la estación de bombeo de la gola de El Perellonet, en funcionamiento desde 1992. Esta instalación es una pieza clave del sistema de regulación hídrica de la Albufera, ya que permite evacuar agua y prevenir inundaciones tanto en la laguna como en las zonas habitadas aledañas.
En las alegaciones presentadas, el Ayuntamiento ha recalcado el carácter “crítico” de esta estación y su relevancia dentro de la red de control hidráulico de la Devesa. Se insiste en que el mantenimiento y operatividad deben seguir en manos del gobierno local, que ha sido el encargado de su conservación durante más de tres décadas.
El Casal d’Esplai y los montes de la Devesa: más que una cesión, una amenaza a la gestión local
La redefinición del deslinde también implica la posible cesión al Gobierno central de la mitad de los montes de la Devesa y del propio Casal d’Esplai, un albergue con gran valor social y cultural. El Ayuntamiento recuerda que el Casal cuenta con la figura de Bien de Relevancia Local (BRL) y que su protección es competencia municipal. Asimismo, advierte que cualquier transferencia de titularidad debería ir acompañada de un compromiso claro del Estado en cuanto a mantenimiento y conservación, algo que, por el momento, no está garantizado.
Críticas a los criterios de Costas
Uno de los aspectos más cuestionados por el Consistorio es la justificación esgrimida por Costas para modificar la demarcación, que se basa en que la vegetación en ciertas zonas no alcanza el 75% de cobertura. Desde los servicios municipales se argumenta que este umbral no tiene base jurídica suficiente para fundamentar un cambio de esta magnitud, y se recuerda que las variaciones naturales de cobertura vegetal son propias de un ecosistema dinámico como el de la Devesa.
Además, se señala que la cartografía usada para fundamentar el nuevo deslinde no refleja con precisión las condiciones reales del terreno, lo que pone en duda la validez del estudio técnico que sustenta la propuesta del Ministerio.
Participación de múltiples departamentos municipales
Las alegaciones presentadas ante Costas son el resultado de un trabajo coordinado entre varios departamentos del Ayuntamiento de Valencia, incluyendo Licencias Urbanísticas, Gestión de Residuos Sólidos y Limpieza, Calidad Medioambiental, Devesa-Albufera, Playas, Ciclo Integral del Agua y Patrimonio. Todos ellos han aportado informes y valoraciones técnicas que refuerzan la postura municipal.
La unidad institucional ha sido clave en la estrategia de defensa. Desde el gobierno local se destaca que el nuevo deslinde representa una amenaza directa al modelo de gobernanza ambiental y urbana que Valencia ha desarrollado durante décadas. De prosperar, se pondría en riesgo la continuidad de un modelo de gestión descentralizado y adaptado a las necesidades del entorno natural.
Un debate abierto con implicaciones políticas
Este conflicto entre administraciones abre un nuevo frente en la relación entre el Ayuntamiento de Valencia y el Ministerio de Transición Ecológica, justo en un momento de creciente preocupación social por la conservación del entorno natural del parque natural de la Albufera.
Para muchos expertos y colectivos vecinales, lo que está en juego va más allá de la propiedad de ciertas infraestructuras. Se trata de definir quién tiene la competencia real para proteger, gestionar y decidir sobre el futuro de uno de los espacios naturales más emblemáticos del Mediterráneo.