La operación conjunta entre Guardia Civil y Policía Nacional ha desarticulado un grupo delictivo que operaba casi a diario, asaltando viviendas y negocios, y que llegó a protagonizar un intento de homicidio en La Llosa de Ranes. Uno de los detenidos ha ingresado ya en prisión.
Robo, violencia y miedo en las comarcas del interior valenciano
Durante semanas, los vecinos de las comarcas de La Costera y la Vall d’Albaida vivieron bajo la amenaza de una oleada de robos caracterizados por su violencia y frecuencia. Ahora, tras una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional, el temor comienza a disiparse: los tres presuntos autores de al menos 29 delitos han sido detenidos en Xàtiva.
Los arrestados, varones de entre 21 y 24 años, habían hecho del crimen su rutina diaria. Su modus operandi consistía en forzar establecimientos comerciales —sobre todo bares, tiendas de barrio y locales de hostelería— y sustraer dinero de las cajas registradoras y cajetines de máquinas expendedoras. Pero no se detenían ahí: también irrumpían en viviendas, incluso con los moradores en su interior, sin dudar en emplear violencia para conseguir sus objetivos.
El apuñalamiento que aceleró la operación policial
Uno de los casos que más ha impactado a la comunidad ocurrió en la localidad de la Llosa de Ranes, donde un vecino intentó frustrar uno de los robos. En su intento por detener a los asaltantes, fue brutalmente apuñalado por uno de ellos, hecho por el cual el agresor está siendo investigado por tentativa de homicidio. Esta agresión, que pudo haber acabado en tragedia, sirvió como detonante para intensificar la investigación policial.
“Nunca pensamos que algo así podría pasar aquí. La violencia que usaron fue extrema”, comenta un vecino de la Llosa que prefirió no revelar su identidad. “Ese chico solo intentó ayudar, y acabó luchando por su vida.”



La caza de los fugitivos: escondidos en Xàtiva
Tras semanas de vigilancia, las fuerzas de seguridad lograron identificar plenamente a los tres presuntos delincuentes. El 27 de febrero, se puso en marcha un operativo conjunto en Xàtiva. Uno de los sospechosos fue hallado escondido en un establecimiento abandonado, mientras que los otros dos se ocultaban en el domicilio de uno de ellos en la misma localidad.
Durante el registro, los agentes intervinieron tres armas blancas —una de ellas, presuntamente usada en el apuñalamiento—, dos vehículos, teléfonos móviles, herramientas sustraídas y diversos productos robados. Todo este material ya ha sido devuelto a sus legítimos propietarios.
29 delitos esclarecidos: del hurto al intento de homicidio
Las autoridades atribuyen a este grupo una larga lista de delitos que incluye:
- Tentativa de homicidio doloso.
- Lesiones graves con arma blanca.
- Robo con violencia e intimidación.
- Robo con fuerza continuado.
- Hurtos.
- Sustracción de vehículos.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ontinyent se ha hecho cargo de las diligencias, y ya ha decretado el ingreso en prisión provisional para uno de los detenidos, el presunto autor del apuñalamiento.
Reacciones en la comunidad: entre la rabia y el alivio
El eco de estos crímenes ha calado hondo en las localidades afectadas. Comerciantes, hosteleros y vecinos venían reclamando más presencia policial desde que comenzaron los asaltos.
“Nos sentimos desprotegidos. Cada día era una nueva noticia de un robo en otro negocio o vivienda. Ahora al menos podremos dormir más tranquilos”, afirma Juan Carlos Romero, propietario de un pequeño bar en Xàtiva que fue asaltado hace apenas un mes.
La rapidez con la que se sucedieron los robos y la agresividad mostrada por los delincuentes generó un clima de tensión inusual en estas zonas rurales de Valencia, tradicionalmente tranquilas. Esta operación ha devuelto cierta sensación de seguridad, aunque también deja claro que el crimen organizado puede echar raíces incluso en entornos aparentemente alejados de ese riesgo.
¿Qué lleva a tres jóvenes a organizar una ola de robos?
Los tres detenidos, todos menores de 25 años, operaban con precisión casi militar. Según la Guardia Civil, se concertaban diariamente para planear y ejecutar los delitos, moviéndose con agilidad entre localidades vecinas y eligiendo objetivos con aparente conocimiento del terreno.
Aunque todavía no se conocen los detalles personales de los implicados, las autoridades barajan posibles vínculos con entornos delictivos anteriores y situaciones de exclusión social. Sin embargo, el nivel de violencia y organización mostrado sugiere una estructura bien definida.
Seguridad ciudadana: ¿más vigilancia o más prevención?
La desarticulación de esta banda abre una vez más el debate sobre la seguridad en las comarcas valencianas del interior. ¿Es suficiente la presencia policial actual? ¿Deberían reforzarse los sistemas de videovigilancia en locales comerciales? ¿Qué papel puede jugar la educación y la inclusión social para evitar que jóvenes caigan en el crimen?
Son preguntas que quedan abiertas mientras la justicia avanza en su trabajo. Lo que es seguro es que la colaboración entre cuerpos policiales y la rápida actuación judicial han evitado que los delitos siguieran aumentando.
















