Valencia – La Semana Santa Marinera de Valencia, una de las festividades religiosas más emblemáticas de la ciudad, ha vivido un año de récords, hitos históricos y también de preocupaciones. A pesar del crecimiento de la participación y la consolidación de actos centenarios, el estado actual del Museo de la Semana Santa Marinera se ha convertido en un motivo de alerta para los organizadores.
Carlos Genís, presidente de la Junta Mayor desde hace tres años, ha manifestado su inquietud por el retraso en las obras de remodelación del museo, una situación que afecta directamente a las esculturas de los Pasos procesionales. “Los cambios de temperatura y la ausencia de climatización adecuada están deteriorando piezas de gran valor patrimonial. Ya hemos tenido que retirar cuadros y carteles originales por la humedad”, ha declarado.
Falta de climatización y accesibilidad
Las obras necesarias para el traslado de oficinas y la ampliación del espacio expositivo siguen sin completarse, lo que no solo impide una correcta conservación de las piezas, sino también una mejora en la accesibilidad del museo, especialmente importante en un espacio que aspira a recibir visitantes tanto locales como internacionales.
A pesar de estos obstáculos, Genís destaca el apoyo institucional recibido: “Contamos con la colaboración del Ayuntamiento, pero es necesario un informe de impacto económico que ponga en cifras la importancia de la Semana Santa para el comercio y el turismo local”.
Récord de cofrades y celebración del centenario
En paralelo a estos retos, la Junta Mayor ha celebrado un año histórico con motivo de su centenario. La cifra de cofrades ha alcanzado un nuevo récord, con 3.644 participantes, lo que representa un aumento de 554 personas respecto al año anterior.
La celebración incluyó una misa de campaña en el puerto, un certamen de bandas, una gala en las Reales Atarazanas y múltiples actos religiosos y culturales. Además, por primera vez en el Cabanyal, una mujer ha participado como granadera, un hecho que Genís considera un avance hacia una mayor igualdad en la fiesta.
Mejoras en la coordinación y atracción turística
Este año, y por primera vez desde 2019, todas las actividades han podido celebrarse con normalidad, salvo el Viernes de Dolor, que se vio afectado por la lluvia. La misa de acción de gracias fue cancelada tras el fallecimiento del papa Francisco, pero se espera retomar este acto una vez se nombre a su sucesor.
La concejala de Fiestas, Mónica Gil, ha impulsado un Bando similar al de Fallas, lo que ha mejorado notablemente la coordinación de la seguridad durante las procesiones. Además, se ha trabajado en la traducción de guías a varios idiomas, facilitando el acceso de los turistas internacionales a la riqueza de esta tradición.
Una Hermandad que crece
La Hermandad del Santísimo Ecce Homo ya trabaja en la ampliación de su Paso procesional con vistas a 2027, año de su centenario. “Inversiones como esta enriquecen el patrimonio cultural de la fiesta”, afirma Genís, quien ve con optimismo el futuro de la Semana Santa Marinera si se logra consolidar un museo digno y sostenible.