Valencia, 23 de abril de 2025 – Una evaluación inicial de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) tras la tormenta de granizo registrada el pasado martes revela que cerca de 8.500 hectáreas de cultivo en las comarcas de la Ribera Alta, l’Horta Sud y la Hoya de Buñol han sufrido daños de diversa consideración. De ellas, unas 2.400 hectáreas presentan afecciones significativas, con unas pérdidas económicas estimadas en tres millones de euros.
Según la organización agraria, los frutales de hueso han sido los más perjudicados, con pérdidas que en algunos casos alcanzan el 100% de la cosecha. También se han visto afectados cultivos como cítricos, caqui, viña, aguacates y almendros.
Montroi, Real y Alfarp, los términos más castigados
Los municipios más golpeados por el granizo han sido Montroi, Real, Alfarp y Llombai, donde las pérdidas son totales en numerosas parcelas. También se registran daños importantes en Picassent y Turís, mientras que en Alginet, Catadau, Montserrat, Godelleta, Carlet y Alborache los efectos del temporal han sido de menor intensidad.
Las variedades extratempranas de ciruelos, nectarinas y melocotones se encontraban en fase de recolección, lo que ha agravado el impacto del granizo. En el caso de los cítricos, en plena floración y cuajado, así como en los caquis, aún en fase de brotación, la fuerza de la tormenta ha provocado rotura de ramas y posibles consecuencias en el desarrollo futuro del fruto.
Campañas perdidas y llamamientos urgentes
Agricultores del Marquesat y otras zonas muy afectadas han declarado que en algunos campos se da ya por finalizada la campaña de fruta de hueso. Aunque el tamaño del granizo no era excesivo, su intensidad y persistencia han causado destrozos importantes en numerosas fincas.
Desde AVA-Asaja se insiste en que aún es pronto para determinar el alcance económico total de los daños, especialmente en aquellos cultivos en fase temprana. La organización insta a Agroseguro a acelerar las peritaciones para que los agricultores reciban las indemnizaciones con la mayor celeridad posible.
Además, solicita a las administraciones competentes la puesta en marcha de medidas fiscales extraordinarias y ayudas directas para los productores que no contaban con el seguro agrario, en muchos casos porque el periodo de contratación seguía abierto en el momento del siniestro.