Las instituciones valencianas alertan de nuevo sobre la necesidad de extremar la vigilancia en el entorno familiar ante posibles casos de abusos sexuales a menores. La reciente condena impuesta por la Audiencia Provincial de Valencia a un hombre por violar de forma continuada a su nieta entre los 9 y los 12 años pone de manifiesto un patrón alarmante: la mayoría de las agresiones sexuales a menores se producen en el ámbito familiar o de confianza.
La sentencia establece una pena de 11 años y medio de prisión para el agresor, además de libertad vigilada durante ocho años, alejamiento durante 13 años y una indemnización de 20.000 euros a la víctima por los daños morales causados.
Los hechos ocurrieron entre 2019 y 2023 en un municipio de l’Horta Sud, y fueron denunciados solo cuando la menor, tras asistir a una charla escolar sobre violencia sexual, se atrevió a contar parte de lo vivido a su madre.
La importancia de la detección precoz y la intervención educativa
Desde las áreas de infancia y bienestar social de la Generalitat se recuerda la importancia de:
- Escuchar y observar cambios de comportamiento en los menores, especialmente cuando tienen contacto regular con adultos que ejercen poder o autoridad.
- Impartir educación afectivo-sexual en los colegios desde edades tempranas, como vía de prevención y empoderamiento.
- Dar credibilidad al testimonio de los menores, cuyo relato suele estar cargado de miedo y vergüenza, y por tanto requiere acompañamiento profesional.
- Denunciar inmediatamente ante la sospecha o confirmación de cualquier acto de este tipo, por leve que pueda parecer.
La orientación sexual de la víctima no es argumento de defensa
La sentencia también recuerda que los delitos sexuales cometidos contra menores son imprescriptibles en muchos casos y nunca están condicionados al consentimiento. En este sentido, el tribunal ha considerado “absurdo y ofensivo” que la defensa intentara desacreditar a la víctima aludiendo a su orientación sexual. “El consentimiento de una menor no es válido, y utilizar su identidad para justificar una agresión es una forma de violencia institucional”, indica el fallo.
Llamamiento a la sociedad: la prevención es responsabilidad de todos
Este caso refleja una realidad que sigue oculta en demasiados hogares. La violencia sexual infantil, especialmente cuando es intrafamiliar, tiende a pasar desapercibida durante años. Por ello, se hace un llamamiento a madres, padres, profesorado, pediatras y agentes sociales para que actúen con firmeza, generen entornos de confianza y denuncien cualquier indicio.
La protección de la infancia es un deber colectivo. Una conversación, una escucha atenta, puede salvar vidas.
Contacto para medios y profesionales:
Área de Atención a la Infancia – Generalitat Valenciana
📞 Teléfono: 012 | ✉️ infanciasegura@gva.es
Si sospechas de un caso de abuso: llama al 016 o contacta con el 112 (emergencias
















