La tensión vecinal se ha intensificado en las últimas horas en un edificio de la ciudad de Valencia, donde los residentes denuncian que el propietario de un bajo turístico está realizando obras sin licencia y que podrían poner en riesgo la estructura del inmueble. El conflicto, que comenzó en 2023, ha alcanzado un nuevo punto crítico con la ampliación de unas claraboyas en la terraza del local.
Denuncias por riesgo estructural y falta de permisos
Según los vecinos, las intervenciones que se están llevando a cabo carecen de la autorización legal correspondiente, y aseguran que los trabajos realizados comprometen la estabilidad del edificio. Por este motivo, han acudido a la vía judicial y han solicitado la paralización inmediata de las obras.
En la mañana de este jueves, la Policía Nacional ha tenido que intervenir después de que una vecina del primer piso detuviera por su cuenta la actividad de los operarios. “Impediré que continúen trabajando hasta que lo pare un juez”, ha declarado ante los medios.
Un conflicto vecinal con repercusión en redes sociales
La vecina que lidera la denuncia es conocida en redes sociales bajo el perfil de @Lamataobres, centrado en la crítica a la especulación inmobiliaria y la proliferación de apartamentos turísticos. A través de sus canales digitales ha convocado a la ciudadanía para mostrar apoyo y presencia en el lugar.
En un vídeo publicado tras la intervención policial, explicó:
“Finalmente ha venido la policía. Aunque ha habido momentos de tensión y se ha hablado de detenciones, no he sido detenida. Quiero agradecer a toda la gente que ha venido. Hemos conseguido parar la obra por hoy”.
Debate sobre los apartamentos turísticos y el modelo de ciudad
El caso ha vuelto a encender el debate en Valencia sobre la transformación de viviendas en alojamientos turísticos, el impacto en la convivencia vecinal y la falta de control urbanístico. Vecinos, asociaciones y movimientos sociales denuncian que muchos inmuebles están siendo reformados sin respetar las normativas municipales, provocando una gentrificación acelerada, problemas de convivencia y riesgo estructural en inmuebles antiguos.