El uso no autorizado de un dron en las inmediaciones de la central nuclear valenciana enciende las alarmas de seguridad. El infractor no contaba con documentación válida en España ni seguro obligatorio.
Alerta aérea en una instalación crítica
El pasado 13 de mayo, la Central Nuclear de Cofrentes, una de las infraestructuras más sensibles del territorio valenciano, activó sus protocolos de seguridad tras detectar la presencia no autorizada de un dron sobrevolando su espacio aéreo protegido. Gracias a su avanzado sistema de detección de vuelos, se logró localizar el dispositivo y seguir su rastro hasta un punto fuera del recinto.
La central facilitó las coordenadas exactas del vuelo a la Guardia Civil, que activó de inmediato un operativo coordinado desde la Central Operativa de Servicios (COS) de Valencia. Las pesquisas llevaron a los agentes hasta la localidad cercana de Jalance, donde se identificó y denunció al piloto del dron.
Irregularidades múltiples: formación extranjera y sin seguro
Una vez localizado, el responsable del vuelo fue requerido para presentar la documentación obligatoria. Según ha informado la Guardia Civil, el hombre solo mostró un certificado de formación obtenido en Perú, no homologado ni válido según la normativa española vigente. Además, carecía de seguro de responsabilidad civil, un requisito indispensable para volar drones en nuestro país.
Por estos motivos, se le ha denunciado por varias infracciones administrativas, entre ellas: el sobrevuelo no autorizado de un espacio aéreo restringido, la falta de acreditación como piloto habilitado y la ausencia de seguro obligatorio.
¿Qué dice la ley sobre drones?
La legislación española, regulada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), establece unas condiciones muy concretas para el uso de drones, especialmente en zonas próximas a infraestructuras críticas como centrales nucleares, aeropuertos o bases militares.
Entre los requisitos obligatorios para cualquier operador destacan:
- Estar en posesión de un certificado oficial de piloto de drones.
- Disponer de un seguro de responsabilidad civil en vigor.
- Registrar el dron conforme a las especificaciones técnicas exigidas.
- Solicitar autorización previa para volar en espacios aéreos restringidos o zonas sensibles.
La Central Nuclear de Cofrentes está catalogada como una infraestructura de alto riesgo, por lo que cualquier sobrevuelo no autorizado es considerado una amenaza a la seguridad nacional.
Tecnología al servicio de la prevención
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención en este caso es la efectividad del sistema de detección de drones que tiene instalado la central nuclear. Esta tecnología permite identificar con precisión cualquier objeto no autorizado que penetre en su espacio aéreo protegido.
Gracias a este sistema, no solo se detectó el dron, sino que se pudo seguir su trayectoria y proceder a su localización en cuestión de minutos. Se trata de un sistema cada vez más común en infraestructuras críticas de todo el mundo, donde la amenaza de los drones no se limita a lo recreativo: se considera un vector potencial de espionaje, sabotaje o incluso ataques.
La central de Cofrentes, en máxima vigilancia
La Central Nuclear de Cofrentes, ubicada en el interior de la provincia de Valencia, es la única instalación de este tipo operativa en la Comunitat Valenciana. Desde hace años, sus sistemas de protección han sido reforzados tanto en el plano físico como digital.
Además de sus medidas de seguridad convencionales, la instalación cuenta con controles de acceso estrictos, protocolos de emergencia y monitorización continua del espacio aéreo. La detección de este dron demuestra que estos protocolos funcionan, pero también evidencia la necesidad de seguir adaptándose a los nuevos retos tecnológicos.
Posibles consecuencias legales
El incidente ha provocado un fuerte eco mediático, no solo por lo que implica en términos de seguridad, sino por el desconocimiento o imprudencia del piloto del dron. De confirmarse todas las infracciones, este podría enfrentarse a multas de miles de euros, así como a una investigación más profunda si se sospechase alguna intencionalidad maliciosa.
De momento, el caso ha sido derivado a la autoridad competente en materia de aeronáutica civil, y se está evaluando si concurren circunstancias agravantes que pudieran derivar en consecuencias penales.
Reflexión: drones, tecnología y responsabilidad
El auge del uso de drones ha abierto un abanico de posibilidades en múltiples ámbitos —fotografía, seguridad, logística, agricultura—, pero también ha generado una nueva serie de riesgos y desafíos legales. Cuando se trata de espacios sensibles como una central nuclear, no puede haber margen para la improvisación ni el desconocimiento.
Desde las autoridades se insiste en la necesidad de informarse adecuadamente antes de operar un dron. “Volamos por diversión, pero podemos acabar cometiendo un delito si no respetamos las normas”, advierten desde el cuerpo de seguridad.
Conclusión: una alerta que no debe ignorarse
Este caso sirve como llamada de atención. La seguridad de las instalaciones nucleares es un asunto de Estado, y cualquier intromisión, por más accidental que parezca, debe ser tratada con la máxima seriedad. La detección del dron sobre Cofrentes no terminó en tragedia, pero podría haber tenido consecuencias más graves. La vigilancia sigue activa, y las normas están claras: volar sin permiso en una zona restringida no es un juego.