El joven, originario de Mali y bajo tutela de la Generalitat desde principios de mayo, perdió la vida en una salida organizada por su centro de acogida en una zona de baño de acceso libre en el paraje Mañán, muy frecuentada por vecinos y familias.
Un baño rutinario que acabó en tragedia
La Foia de Bunyol ha sido testigo esta semana de una nueva tragedia que vuelve a poner en el punto de mira la seguridad en los espacios fluviales de libre acceso. Un menor extranjero no acompañado de 16 años, originario de Mali y recientemente acogido en el centro de recepción de menores de Alboraig, falleció este lunes tras ahogarse mientras participaba en una actividad supervisada en el conocido paraje del Mañán, junto al río Chico.
La salida, organizada como parte de las dinámicas del centro, contaba con la presencia de dos profesionales y una decena de menores, según confirmó la Conselleria de Serveis Socials. El joven llevaba apenas quince días tutelado por la Generalitat Valenciana, tras haber sido trasladado desde Canarias a Gandia, y de allí, derivado a Bunyol.
Un paraje habitual para el baño… pero sin vigilancia ni restricciones
La alcaldesa de Bunyol, Virginia Sanz, lamentó profundamente los hechos, y recordó que la zona donde se produjo el accidente es de dominio público, lo que implica que su acceso es libre y no se puede impedir el baño. En declaraciones a À Punt, Sanz explicó:
“Es una zona donde de manera recurrente van los adolescentes y las familias a bañarse en primavera y verano. Hay carteles que advierten de que es un espacio sin vigilancia ni restricciones.”
Según informó, la zona no cuenta con socorristas ni dispositivos preventivos, dado su carácter natural y abierto. La alcaldesa también señaló que las recientes lluvias de la DANA alteraron la configuración del cauce y las pozas, lo que puede haber generado corrientes imprevistas o mayor profundidad en ciertos tramos del río.
Emergencias y rescate: intentos de reanimación sin éxito
Tras producirse el accidente, se activaron los servicios de Emergencias 112. Testigos que se encontraban en la zona intentaron reanimar al adolescente antes de la llegada de los equipos sanitarios, pero lamentablemente los esfuerzos fueron en vano. El joven fue declarado fallecido en el lugar.
Hasta el punto del siniestro se desplazaron el secretario autonómico y el director general de Infancia, quienes se pusieron a disposición de la Guardia Civil y de los profesionales que acompañaban al grupo.
El martes estaba previsto que se realizara la autopsia al menor, mientras las autoridades trabajan para localizar a sus familiares en Mali, en colaboración con la Embajada y los servicios sociales de Canarias.
Otras zonas cerradas y un historial de accidentes
La alcaldesa Sanz también recordó que, tras la DANA de octubre, varios parajes fluviales del municipio han sido cerrados por motivos de seguridad, como es el caso de la Cova del Turche, cuyos accesos quedaron dañados y actualmente no permiten el paso de vehículos de emergencia en caso de necesidad.
Este nuevo suceso trágico en Bunyol ha traído a la memoria otro caso similar ocurrido hace menos de un año en Alzira (Ribera Alta), cuando un niño de 11 años murió ahogado en el río Xúquer tras ser arrastrado por la corriente. Los tres menores implicados se encontraban también en una zona de baño fluvial sin vigilancia.
Seguridad en espacios naturales: una asignatura pendiente
La muerte del joven de Bunyol vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en zonas naturales de baño, sobre todo cuando se trata de actividades organizadas con menores. Aunque el acceso libre no permite restricciones formales, las condiciones actuales del terreno, alteradas por las lluvias y la erosión, plantean riesgos adicionales que podrían requerir mayor señalización o medidas preventivas estacionales.
“Es fundamental reforzar la coordinación entre administraciones y centros educativos o de acogida cuando se realizan salidas a espacios naturales. No basta con la buena voluntad: se necesita información actualizada, evaluación de riesgos y formación específica para los acompañantes”, apuntaba un experto en emergencias consultado por Valencia Noticias.
Reflexión final: más allá del suceso
La muerte de este menor no acompañado no es solo una tragedia humana, sino también un llamado de atención sobre la vulnerabilidad de estos jóvenes, que tras un difícil periplo migratorio llegan a tierras valencianas buscando refugio, y terminan expuestos a riesgos que, en ocasiones, pueden resultar fatales.
La Generalitat Valenciana ya ha anunciado que abrirá una investigación interna sobre el protocolo seguido durante esta actividad. Mientras tanto, el municipio de Bunyol, sus profesionales sociales y el equipo del centro de Alboraig se enfrentan al difícil reto de gestionar el duelo y reforzar la protección de quienes más lo necesitan.
📌 Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Dónde ocurrió el accidente?
En el paraje de Mañán, una zona fluvial del río Chico en el término municipal de Bunyol (Foia de Bunyol).
¿Quién era el joven fallecido?
Un menor migrante no acompañado, de 16 años, procedente de Mali, y tutelado por la Generalitat Valenciana desde el 5 de mayo.
¿Qué medidas se han tomado tras el suceso?
Se activó Emergencias, se intentó reanimar al menor sin éxito, y la Generalitat ha anunciado una investigación sobre el protocolo seguido.