Xàtiva es la ciudad históricamente más potente en el territorio valenciano, en limpia rivalidad con Gandia, que goza de la baza de la playa. Sin embargo su potencia cultural nunca ha estado suficientemente estimulada por sus gestores públicos, y lo que podría ser una gran capital de la creatividad se ve constreñida al esfuerzo personal de los artistas locales, que nunca reciben las justas ayudas que en otros lugares se prodigan.
Por ello la celebración del espectáculo “Alma” por parte de un círculo intelectual llamado “Exdragavanza” resulta un contundente toque de atención a lo que podría ser Xàtiva se alguien desde la esfera gestora se preocupara de que lo fuera.
Ha tenido que venir desde Venezuela, pasando por Cuba e Inglaterra, la peculiar artista llamada Juana la Cubana que ha sido capaz de tejer un espectáculo amplio, inclusivo y original en el Gran Teatro, para que Xátiva brilla y enseñe su “Alma”.
Juana es una drag queen clásica que conoce a la perfección todas las teclas del directo. Aunque se trae una orquesta y un pianista de la categoría de Carlos Alfonso, acompañados de las músicas de Irena, María y Nieves, es tan honrada que explica que hace uso del play back, conjugándolo todo. Aunque presume de “prehistórica” es un artista joven y juvenil, repleto de vitalidad.
Le acompaña el británico Misha la Bisha, que con quien monta números cómicos y el aporte seductor de Esdrúixola, otro genio local, al igual que Señorito Eliot, que deslumbró con su buen humor.
En el elenco destaca el tornado Graham Bell, un artista que tiene en Xàtiva una casa y centro cultural llamados “la Herrería”. Junto con su carismática mujer italiana, Ana, conforman un duo cultural inimitable que va sembrando con sus genialidades los escenarios más inverosímiles. Graham, que es un folcórico en el sentido más genuino de la palabra, ha llegado a bailar con Pep Gimeno el Botifarra en el caserón que este artista setabense abrió muy cerca del hospital Lluis Alcanyis.
Por cierto hay que estar muy atento a la casa central de la Herrería, que muy pronto va a lucir en su fachada la ornamentación cerámica más bella de Xàtiva, y que ciertamente se convertirá en referente turístico de la Costera.
Punto y aparte mereció el bailarín “Eclipse” que marcó un número de telas impresionante. Y es que los “dancers” de este evento fueron todos magníficos, como Lorena Gonzales y Patri Gorriz, junto con otros miembros del grupo Sweet Flames, que ha actualizado la danza urbana setabense.
Hay que prestar mucha atención al joven Román Hernández Sánchez, que tiene ante si una tremenda decisión. Se nota desde el primer momento que pisa el escenario que ha nacido para el baile, pero también se detecta que es urgente que tome la decisión de tomarse en serio la posibilidad de ser bailarín profesional de alta categoría. Debería acudir al Conservatorio de Valencia y formarse tanto en ballet clásico como en danza contemporánea, y aunque en la actualidad está dominado su instinto por la moda asiática del K Pop, en cuanto conozca las fuentes originales del baile se dará cuenta que la mejor expresión del cuerpo se logra a través de los cánones más antiguos, y que una vez dominado lo clásico, el artista puede crear su propio estilo y labrar su propia vida como estrella del arte. Si se lo propone, lo conseguirá.
Rafa Torregrosa ha sido el productor y Bernad M. Hazell, el director, junto con una maquilladora excepcional como Cristina Boluda. Este equipo es lo mejor que se ha formado en Xátiva desde hace mucho tiempo.
¿Apoyo del sector público?
Y ahora viene la segunda parte, recriminar al sector público un apoyo que no se ha visto de una manera clara. Es muy triste que haya que recurrir a buscar espónsores privados para un espectáculo tan bello. Mucho más si están involucradas entidades cívicas como Sons de Dones, o el Grupo Aspromivise, líder de la superidad en Xàtiva, formado por Clara Giner Arnau, Clara Albuixech Pla, Pau Bufon Pastor, Sergio Morales López, Maria Jose Poveda Martínez y Vicente Monfort Sanchis.
Es deplorable que al cabo de tantos años el gobierno progresista de Roger Cerdà mantenga el reglamento del Gran Teatro que impulsó Alfonso Rus, y que seguía una doctrina empresarial puramente capitalista. Según esta normativa todo aquel que use el local tiene que pagar un alquiler, como si fuera un local privado. Ese teatro ha sido contruído con el dinero del pueblo, y se debe al pueblo. Aunque es lógico controlar los gastos hay que pensar que la cesión gratuita a particulares locales, como se hace en todos los sitios, es una inversión de futuro, y no es un gasto. El alcalde tuvo el detalle de acudir, pero se le agradecería mucho más que tuviera el detalle de derogar ese canon para que la cultura setabensa pudiera fluir con mucha mas espontaneidad.
En resumen muchas felicidades a Juana la Cubana y su grupo por haber sabido exponer con tanta brillantez del alma de Xativa.