La tensión en el seno de Metrovalencia ha subido de tono tras la contundente acusación del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF), mayoritario en el Comité de Empresa, que ha anunciado su intención de presentar una denuncia formal ante la Agencia Valenciana de Seguridad Ferroviaria (AVSF). El motivo: la reanudación del servicio ferroviario el pasado 29 de abril, apenas un día después del apagón eléctrico que afectó a toda España, supuestamente “sin las mínimas garantías de seguridad”.
Según el comunicado emitido por el SIF, los maquinistas que operaron ese día recibieron más de 2.400 órdenes de rebase de señales, unas 2.250 en las líneas de metro y unas 170 en las del tranvía. Estas autorizaciones excepcionales permitían pasar señales que estaban apagadas o marcaban parada, lo que para el sindicato evidencia que el sistema de señalización estaba comprometido en buena parte de la red.
“Los enclavamientos no funcionaban. El sistema que controla las señales y desvíos, esencial para la seguridad del tráfico ferroviario, estaba fuera de servicio. Aun así, se ordenó circular con normalidad”, denuncian.
Además de la desconexión del sistema de control, se reportaron múltiples retrasos generalizados: más de 60 trenes acumularon demoras superiores a los 20 minutos, y algunos alcanzaron hasta 75. A esto se sumó que muchas estaciones permanecieron sin iluminación durante horas, con paneles informativos fuera de servicio y barreras de pasos a nivel abiertas o averiadas, incrementando peligros para conductores y peatones.
Desde el sindicato se insiste en que no se produjo ningún accidente “por puro milagro y por la profesionalidad de los trabajadores, no por la eficacia de la dirección”. Califican la actuación de “negligente e irresponsable”, y afirman que se antepuso la imagen política al criterio técnico. “En Madrid y Barcelona no reanudaron el metro hasta tener todo bajo control. Aquí se hizo lo contrario, y se jugó con la vida de la gente”, lamentan.
La referencia al trágico accidente de metro de Valencia en 2006, el más grave de la historia en España, fue inevitable. “Parece que no hayamos aprendido nada. El recuerdo de aquel desastre debería bastar para extremar las precauciones, pero la actual dirección vuelve a mostrar una preocupante ligereza en la toma de decisiones críticas”, señalaron desde el SIF.
El sindicato también ha criticado la gestión de Metrovalencia durante episodios recientes como la DANA, asegurando que “la empresa volvió a dejar mucho que desear, sin planificación ni recursos suficientes para responder a una emergencia”.
El clima laboral interno, según el sindicato, está marcado por la frustración y el hartazgo de muchos empleados ante lo que consideran una dirección “más preocupada por aparentar eficiencia que por garantizar un servicio público digno y seguro”.
“Seguimos esperando explicaciones, pero siempre llegan tarde, mal y acompañadas de excusas”, concluyen, dejando claro que esta denuncia no será solo simbólica, sino parte de una ofensiva para exigir responsabilidades y, sobre todo, prevenir que una situación así se repita.
Mientras tanto, muchos usuarios habituales del metro de Valencia siguen sin ser conscientes de lo que ocurrió ese 29 de abril. ¿Y tú? ¿Te encontraste aquel día con alguna anomalía? ¿Cómo viviste el servicio tras el apagón? Queremos leerte.